Pilar Martín.
Madrid, 11 dic (EFE).- Al ilustrador francés Benjamin Lacombe el folclore japonés le «obsesiona» y le supone un «reto» porque en esta cultura ha descubierto las «Historias de mujeres samuráis», título de su nuevo libro, personajes reales con los que evidencia que los derechos de las mujeres no son algo «adquirido», sino una «lucha».
Así lo explica a EFE Lacombe (París, 1982) en una entrevista hecha durante su visita a Madrid para promocionar esta nueva obra (Edelvives) realizada junto al escritor Sébastien Perez en la que ambos reconstruyen la vida de la emperatriz Jingū o las guerreras samuráis Nakano Takeko o Kaihim. Mujeres que desafiaron su destino y rompieron el futuro que para ellas tenían preparada la sociedad.
«Todas las mujeres del libro, y como dice una frase de Simone de Beauvoir recogida por Perez, el derecho de las mujeres no es algo adquirido, sino una lucha, un combate que ha perdurado durante los siglos. A través de estas historias inspiradas en mujeres reales que existieron aprendemos la historia de los derechos», cuenta el autor.
Un discurso el suyo a favor de la mujer que matiza con estas palabras: «Si pasamos de nuestra visión europeísta etnocéntrica veremos que el derecho de las mujeres en muchos países ha disminuido en contra de ir mejorando», lamenta.
Y con este libro pone de manifiesto también hasta qué punto Japón es una «obsesión» para él, porque, recuerda, ya desde el comienzo de su carrera este país está presente y se puede comprobar en otros libros inspirados en la cultura nipona como «Historias de fantasmas» o «Espíritus y criaturas».
Una vida unida a esta cultura que le ha llevado a crecer como autor: «Al principio no conocía ni siquiera la existencia de las mujeres samuráis de ese concepto de una mujer que se apoderaba de las armas y de su propio destino; pero yo no sabía que existían porque era algo escondido, porque la sociedad nipona, una sociedad plenamente patriarcal, no lo había revalorizado realmente».
Pero ahora, y metido ya de lleno gracias a expertos como Matthias Hayek, especialista en historia de las creencias y conocimientos japoneses, arroja cifras esclarecedoras.
«Lo que es cierto es que las mujeres luchadoras estaban muy presentes porque el 30 por ciento de los cadáveres que se han encontrado en el campo de batalla son de estas mujeres», apunta.
Realizado ‘tête à têté’ junto a Sébastien Perez -es el primero con una coautoria al 100 %-, este libro acoge siete historias en las que las ilustraciones de Lacombe subliman las vidas de estas mujeres porque se está ante uno de los mejores ilustradores de Europa, alguien que sabe, como pocos, captar las sensaciones más íntimas de los protagonistas.
«Este proyecto es de una envergadura ingente porque al tiempo que hacía este libro hice una exposición en Italia. Me he impregnado totalmente de estos personajes. Y en esta época que vivimos estas historias están muy presentes porque, reitero, el derecho de las mujeres y las libertades están minándose», reivindica.
Al tiempo que ‘Historias de mujeres samuráis’ llega a las librerías españolas, Edelvives también propone ‘La infancia de los malvados, villanos y maléficos’, un ejemplar en el que Drácula o Barbazul vuelven a su más tierna infancia.
Un «ejercicio de comprensión» que le sorprende que nadie lo hubiera hecho antes: «Va sobre la comprensión del otro, pero también habla de algo muy profundo, ojo, de la mezquindad, de si es algo que es inherente de cada uno de nosotros o es algo que puede ir acrecetándose con el tiempo».
Pero Lacombe y Perez han conseguido humanizar a estos malvados y, quizá, enseñar el por qué de sus actos cuando se hicieron mayores.