Madrid, 22 feb (EFE).- El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha establecido este jueves un paralelismo entre el proceso de diálogo abierto en Cataluña con lo que ocurrió en la Transición española.
En su comparecencia en la Comisión Constitucional del Congreso, el ministro ha comparado lo que está ocurriendo ahora desde el «paso de gigante en la convivencia» que se está dando con el «proceso de diálogo con personas que hace unos años estaban declarando la independencia en Cataluña» con lo que sucedió en la Transición.
Un momento de la historia de España, ha recordado, donde personas «que habían sufrido prisión y represión se sentaron a la mesa, fueron valientes y aprobaron una Constitución y un marco de convivencia que todavía hoy, 45 años después, sigue funcionando».
La diputada del PP Cayetana Álvarez de Toledo ha rechazado la comparación y ha preguntado al ministro si escuchó alguna vez a los padres de la Constitución hablar de muros.
«Todo es falso en usted, ¿cómo es compatible la convivencia con la tramitación de una declaración unilateral de independencia?», ha agregado la diputada popular, quien se ha preguntado además qué precedente hay de una «investidura comprada a cambio de una amnistía».
Álvarez de Toledo ha acusado al Gobierno no sólo de «legitimar el odio del separatismo a los españoles», sino que además «le agregan el suyo propio -ha dicho-» y ha preguntado a Bolaños si la siguiente parada será un referéndum en Cataluña.
Bolaños ha censurado el «discurso ultra» de la diputada popular y ante la afirmación que previamente había hecho Álvarez de Toledo, sobre que la ley de amnistía se aprobará pero no podrán obligar a los jueces a aplicarla, le ha recordado la vigencia de la separación de poderes.
Una ley reparadora
Ha refutado además la acusación del PP sobre que el PSOE «siembre el odio» porque, por el contrario, ha dicho Bolaños, lo que intenta es «superarlo» en Cataluña con una ley reparadora como es la ley de amnistía.
El ministro ha atacado además al PP por el «ejercicio de cinismo» que supone «convocar manifestaciones» en contra de esta ley y de los indultos «mientras en una comida en privado se reconoce que todo es una filfa y que estudiaron la amnistía como una herramienta útil».
El enfrentamiento entre Bolaños y la diputada popular en la Comisión se ha cerrado con la mano tendida al diálogo del ministro después de que Álvarez de Toledo le dijera que le provoca «ternura».
«Me alegra mucho que yo le enternezca, (…) es recíproco. Enternecidos los dos llevémonos mejor», ha propuesto el ministro en una sesión en la que el presidente de la Comisión, el socialista José Zaragoza, ha llamado al orden en repetidas ocasiones al diputado popular Rafael Hernando, a quien finalmente ha permitido permanecer en la sala tras instarle a abandonarla.
De la renovación del CGPJ a las reformas constitucionales
Bolaños y Álvarez de Toledo también se han enfrentado a cuenta de la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), al recordar la diputada que en la pasada legislatura ella se opuso cuando el PP pactó con el PSOE «el reparto de magistrados que usted patrocinaba y patrocina».
El ministro ha mostrado su sorpresa y le ha preguntado si criticaba las conversaciones abiertas con la mediación de la Comisión Europea, cuando ha sido una iniciativa del PP.
La ‘sacralización’ de la Constitución
EH Bildu y ERC han cuestionado por su parte que se sacralice una Constitución que no acoge las aspiraciones independentistas, pero Bolaños, que ha ratificado el compromiso del PSOE para reforzar el autogobierno de las comunidades autónomas, ha dejado claro que cualquier reforma debe partir de «un gran acuerdo», en referencia a la necesidad de incorporar también al PP.
En este contexto ha admitido la necesidad de acabar con la prevalencia del varón sobre la mujer en la sucesión de la Corona: «creo que esa reforma habrá que abordarla» con un «gran consenso», como el logrado para reformar el artículo 49 para eliminar el término ‘disminuido’.
El ministro ha asegurado también que velará por que las leyes que se aprueben, como la próxima ley de familias, no invadan competencias autonómicas, advertencia que le han trasladado todos los grupos aliados del Gobierno.
