Alicia G. Arribas.
Madrid, 19 dic (EFE).- Hirokazu Kore-eda, uno de los más prestigiosos directores de cine japoneses, se quedó impactado cuando, mientras rodaba «De tal padre, tal hijo» (2013) en Corea del Sur, descubrió las «cajas» para depositar bebés abandonados; esa idea se le quedó dentro y el resultado, casi 10 años después, es «Broker».
«En Corea del Sur hay tres ciudades que cuentan con este sistema de entrega de niños, y en Japón también hay uno, pero allí es muy popular, la media es de 300 bebés al año, y si contamos las madres que van a consultar, todos los días va alguna», explica el japonés en una entrevista con EFE realizada durante el Festival de Cine de San Sebastián, donde estrenó la cinta en la Sección Perlas.
A Kore-eda le intrigaba la relación evidente con la religión, en concreto, con las entidades cristianas, que en Corea se encargaban de hacer que el sistema funcionase, mientras en Japón «el punto de entrega es un hospital, que luego gestiona la entrega».
«Yo había escuchado que en la Edad Media en las iglesias españolas había un sistema parecido y creo que hasta hace poco ha seguido ocurriendo», comenta el ganador de dos Palmas de Oro en Cannes, por «Nadie sabe» (2004) y «Un asunto de familia» (2018).
Precisamente, cuando estaba escribiendo esta última película, donde una familia de estafadores acoge a una niña maltratada, le volvió a remover el recuerdo de aquellas «cajas» -un sistema higiénico, pero muy frío, en el que el bebé se deja en un compartimento al que acceden un par de operarios que lo recogen, lo fichan y si hay alguna nota de la madre, la adjuntan al expediente-.
Así, señala a EFE, «escribí ‘Broker’ a la vez que ‘Un asunto de familia’ donde la protagonista quiere ser madre y no puede. Y aquí tenemos una madre que sí lo es pero que no quiere serlo. En cada película me interesaba reflejar la postura contraria».
Ni en Japón ni en Corea, comenta el director, «te preguntan ni nombre ni apellidos, ni dirección, ni nada. Tu dejas el niño, por los motivos que sea. Esta cuestión es la que he querido convertir en diálogo: por lo visto -aporta-, una de cada 40 madres se arrepiente y vuelve después a recuperar a su hijo», un dato que se le quedó grabado y que está en «Broker», a través de uno de los protagonistas, Dong-won (Gang Dong-soo), siempre a la espera de que su madre vuelva.
Kore-eda se congratula de que «tanto en Corea como en Japón se esté cambiando la legislación para que los datos sean auténticos para proteger el derecho del niño por si un día quiere saber quién es su auténtica familia».
En «Broker», este maestro en narrar la emoción de las cosas cotidianas vuelve a retomar su obsesión por la familia, «marca de la casa» de la mayoría de sus filmes, pero de la convencional, sino de la familia encontrada o elegida, la que no tiene lazos de sangre pero sí afectivos e incondicionales.
La cinta comienza bajo la lluvia cuando una mujer (Ji-eun Lee) abandona su bebé en una de estas cajas sin saber que el lugar está siendo vigilado por una pareja de mujeres policías (Doona Bae y Lee Joo Young) que investigan la venta de bebés en el mercado negro.
Tras ese robo y venta de bebés hay dos hombres; uno de ellos (Song Kang-ho), es un hombre divorciado con serios problemas económicos, el otro (Dong-won) es un joven huérfano resentido con las madres que, como le pasó a él, abandonan a sus hijos.
En el grupo «familiar» de «Broker» hay granujas haciendo negocio, una madre demasiado joven, un niño huérfano y un bebé. La novedad es una trama detectivesca y dos mujeres policía empeñadas en poner las cosas en orden. Pero ellas también tienen sus secretos.
«Tanto en Japón como en Corea, las opiniones a favor o en contra e estas cajas de bebés está a un 50-50; en esta película -señala Kore-eda- se vierten opiniones de los dos tipos. Una de las mujeres policía dice en un momento ‘para abandonarlo, mejor no haberlo tenido’. Mi idea inicial era que una de ellas se acabara quedando con el bebé, de modo que en la película se van aproximando esas dos posturas».
La película llega este miércoles 21 de diciembre a las salas españolas.