Fermín Cabanillas
Sevilla, 8 nov (EFE).- El cineasta andaluz Fernando Ruiz Vergara (1942-2011) pasó a la historia por un triste motivo: su documental ‘Rocío’ fue la primera película secuestrada por un juez en España tras la derogación de la ley de la censura en 1977, y, aunque no volvió a dirigir, su legado en forma de retazos es toda una muestra de su capacidad creativa.
Eso hizo que los directores Alejandro Alvarado y Concha Barquero crearan ‘Caja de resistencia’, una película sobre un “director maldito” que tras prohibir un juez la exhibición de la película, “sus proyectos permanecieron latentes en la imaginación y en el deseo”, explica la sinopsis de la cinta, que se puede ver estos días en el Festival de Cine de Sevilla.
En realidad, fueron unos dos minutos de ‘Rocío’ los censurados, concretamente los que mostraban un testimonio de un vecino de Almonte hablando de la represión y los asesinatos de la posguerra con nombres y apellidos, y, aunque se estrenó en 1980, solo un año después se prohibió su exhibición pública. Antes de 1984 ya se había pronunciado incluso el Tribunal Supremo diciendo, en esencia, que era mejor no remover el pasado.
Desde entonces, está prohibido exhibir la película completa en salas públicas, aunque se puede ver en plataformas como Youtube, y el documental “fabula con aquellos proyectos soñados” del director para llevarlos al cine desde el presente, “como un gesto de resistencia”, gracias a la gran cantidad de material en forma de retazos que dejó.
Concha Barquero explica a EFE que la figura de Ruiz Vergara siempre le ha “atraído muchísimo”, porque “normalmente se le atribuye el calificativo de maldito, justamente por la censura que sufrió su única película”, pero para los dos directores, “sobre todo fue un gran cineasta”.
Más allá de la romería
Subraya que ‘Rocío’ fue “una película justa, política y crítica sobre la Romería del Rocío y todas las vinculaciones de alguna manera de los poderes económicos y religiosos en este fenómeno”, pero además era una producción “potente, hermosa y un título fundamental en el cine español”.
Por ello, defiende que es un buen producto “independientemente de que sea documental o ficción, y en este caso es un ensayo valentísimo”, de modo que sacar adelante su proyecto ha sido para ellos “un acto de justicia, de alguna manera recuperar su figura”.
Recuerda además que ambos tuvieron una vinculación personal con Ruiz Vergara porque lo conocieron un año antes de su muerte, y tuvieron “un acercamiento humano, muy interesante y muy rico”; su impresión es que era “un hombre muy hermoso, muy valiente”, y se vieron “identificados de algún modo en su figura”.
«¿Qué tipo de democracia secuestra una película?»
Alejandro Alvarado va más allá y se pregunta, cuando reflexiona sobre el hecho de que la película siga a día de hoy secuestrada, “¿qué tipo de democracia tenemos?”, porque “se ha avanzado muchísimo en estos 44 años, pero el índice democrático creo que lo marca que una película como ‘Rocío’ esté censurada y, sobre todo, por una herida todavía abierta”.
‘Caja de resistencia’ cuenta con algunos testimonios del propio Ruiz Vergara, y entre ellos llaman la atención frases como “los hijos de puta de hoy son los mismos que los de antes”. Para los dos directores, la frase se explica sola.
Alvarado no entiende cómo se puede censurar que alguien denuncie asesinatos por una dictadura como los que se produjeron en Almonte (con 99 hombres y una mujer muertos), y que todavía haya “miles de desaparecidos y asesinados” en fosas comunes.
“Nosotros somos cineastas y nos sentimos huérfanos de referencias. Fernando Ruiz Vergara es un nombre que debería estar mucho más presente en los libros de historia del cine”, sentencia Concha Barquero.