Casi el 70% de los andaluces percibe que las universidades aportan trabajadores altamente cualificados al mercado laboral

Estudiantes en una biblioteca universitaria.

La investigación destaca que un 68,8% de los ciudadanos encuestados ve de manera positiva la contribución de las instituciones académicas andaluzas en la formación de profesionales altamente cualificados, mientras que solo un 9,2% tiene una opinión negativa al respecto

Aunque se percibe un alto nivel formativo, la encuesta refleja inquietudes entre los estudiantes en relación con la falta de integración con el mundo laboral, impulsando así la necesidad de una actualización en el sistema educativo y un acceso mejorado a las titulaciones. Los profesores, por su parte, expresan confianza en el impacto positivo de su labor en las trayectorias económicas y profesionales de los alumnos.

Uno de los aspectos críticos identificados es la percepción sobre la adaptación de las titulaciones universitarias a las demandas del mercado laboral. Solo el 25% de los andaluces cree que la oferta de titulaciones se ajusta a las necesidades del mercado, mientras que este porcentaje asciende al 50% entre el profesorado y al 35% entre el personal de administración y servicios universitarios. Este hallazgo destaca una discrepancia entre las percepciones de los diferentes grupos consultados.

En cuanto a la formación ofrecida por las universidades en relación con el empleo, la encuesta revela que estudiantes y ciudadanos desean una mayor orientación hacia la búsqueda de empleo y el fomento del emprendimiento. El 63% de los estudiantes y el 46% de los andaluces consideran que las universidades ofrecen una formación insuficiente para encontrar empleo. Por otro lado, el profesorado y el personal de administración y servicios presentan porcentajes más bajos en esta percepción, con un 38% y un 33%, respectivamente.

La encuesta también aborda la formación orientada al emprendimiento, donde todos los colectivos consultados, excepto el personal de administración y servicios, coinciden en que estas iniciativas no están suficientemente fomentadas en las instituciones académicas. Los estudiantes (62%) y los ciudadanos (46,5%) son los más críticos en este aspecto.