Chillida y el desafío a la gravedad desde el arte

Presentación, este miércoles, de la exposición "Gravedad Zero-Zero grabitatea", que ocupará una de las salas del caserío Zabalaga de Chillida Leku. EFE/Gorka Estrada.

San Sebastián, 23 nov (EFE).- «En el fondo, yo me rebelo contra Newton, yo y mis esculturas». Esta cita de Eduardo Chillida da paso en el museo dedicado al creador vasco en Hernani (Gipuzkoa) a una nueva exposición que muestra su «lucha» artística contra la gravedad, un desafío que dio como resultado esas piezas suspendidas que son características en su trayectoria.

Presentación, este miércoles, de la exposición "Gravedad Zero-Zero grabitatea", que ocupará una de las salas del caserío Zabalaga de Chillida Leku. EFE/Gorka Estrada.

«Gravedad Zero» es el nombre de la muestra, que se podrá visitar hasta el 1 de mayo y que ocupa la sala 5 del museo, situada en la planta superior del caserío Zabalaga.

La directora de Chillida Leku, Mireia Massagué, el presidente de la Fundación Eduardo-Chillida Pilar Belzunce, Luis Chillida, y la comisaria Estela Solana han presentado este miércoles el contenido de la exposición, en su mayoría conformada por las emblemáticas «gravitaciones», los relieves escultóricos de papel que cuelgan de hilos.

Mucho tiene que ver el misticismo de Chillida y su interés por la ciencia con su exploración sobre esa fuerza que atrae los objetos hacia el suelo. Su manera de hacerle frente fue haciendo «levitar» a algunas de sus obras, incluidas las de gran tamaño, como ese «Lugar de encuentros III» de hormigón y más de seis toneladas suspendido en el madrileño paseo de la Castellana a 70 centímetros del pavimento.

El estudio de esta pieza es el que precisamente abre el itinerario de la muestra, en la que se exhiben también dos pequeñas esculturas de hierro: «Estudio para homenaje a Calder», de 1979, y «Estudio ‘Elogio del agua II'», de 1986.

El resto, hasta una treintena de obras, son gravitaciones, como la serie con la que homenajeó a Johann Sebastian Bach, realizada de 1991 a 1996.

Las primeras que creó son de 1985 aunque su «batalla» antigravedad comenzó a «intuirse» en los años 50 cuando empezó a colgar esculturas del techo y, más tarde, en la serie «Yunque de sueños» o «Peine del viento» de finales de los años 60, ha explicado Estela Solana, que es también responsable de Exposiciones de Chillida Leku.

«Chillida se toma la libertad de acuñar términos físicos para describir conceptos espirituales, místicos o poéticos. Habla de la velocidad de la materia y del espíritu, de la densidad del tiempo, del peso para combatir la gravedad, del límite que define y separa, de la luz como elemento creador o de arquitecturas que conectan con el cosmos», ha destacado.

Con el objetivo de vincular la física con la obra del artista vasco, el museo ha editado un folleto de 24 páginas -el número 5 de sus coleccionables- con textos de Chillida sobre la gravedad, así como de Barry Barish, Premio Nobel de Física y Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica por su contribución a la detección de las ondas gravitacionales.

Con motivo de la exposición, y como es habitual, el museo ha organizado actividades paralelas, entre ellas una mesa redonda sobre ciencia y arte en colaboración con el Donostia International Physics Center.

Además, Chillida Leku, que presentará en enero su programación de 2023, celebrará el solsticio de invierno con un concierto en el que Rafa Rueda presentará su último proyecto, «Rueda».