Montevideo, 4 dic (EFE).- La cumbre del Mercosur, que comienza mañana en Montevideo, marcará un punto de inflexión en las negociaciones del bloque con China, ya que mientras Brasil y el futuro presidente de Uruguay quieren conversaciones de manera conjunta, Paraguay quiere ampliarlas a los «países asiáticos» y Argentina prefiere buscar el acuerdo comercial con Estados Unidos.
Uruguay y su cambio de visión hacia China
La reciente elección de Yamandú Orsi como presidente de Uruguay marca un giro en la postura del país sobre un acuerdo con China. Aunque Orsi se ha mostrado abierto a fortalecer las relaciones bilaterales entre Uruguay y el gigante asiático, su enfoque prioriza un marco de negociación regional.
En una reciente rueda de prensa tras reunirse con el embajador chino, Orsi -elegido presidente el pasado 24 de noviembre – expresó que cualquier avance hacia un Tratado de Libre Comercio debe involucrar al Mercosur como bloque.
Esto se alinea con su promesa electoral de consolidar la posición de Uruguay dentro del Mercosur, contrastando con iniciativas más independientes del actual presidente saliente, Luis Lacalle Pou.
Durante su mandato, que finaliza el próximo 1 de marzo, Lacalle Pou promovió negociaciones bilaterales con China, argumentando que la potencia negociadora del Mercosur debía aprovecharse de forma conjunta, pero que Uruguay no podía quedarse inactivo esperando consenso.
Aunque impulsó un estudio de factibilidad para un acuerdo comercial con China, este no llegó a materializarse. Orsi hereda ahora esta agenda, pero con un enfoque renovado que buscará alinear los intereses del bloque.
La apuesta de Javier Milei por Estados Unidos
Por su parte, el presidente de Argentina, Javier Milei, ha tomado un rumbo diferente al privilegiar una alianza comercial con Estados Unidos. En noviembre, Milei se reunió con Donald Trump, quien asumirá nuevamente la presidencia en enero, para proponer la creación de una «alianza de naciones libres». Esta iniciativa busca no solo fortalecer los lazos políticos, sino también abrir nuevos caminos comerciales y culturales.
Antes de su encuentro con Trump, Milei ya había expresado su intención de negociar un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Según él, estas negociaciones podrían desarrollarse con la misma determinación que las discusiones bilaterales con China, pero con un enfoque particular en diversificar los mercados y alinearse con los valores del «mundo libre».
Esta preferencia podría introducir una dinámica diferente en las prioridades del Mercosur, al desviar el interés argentino hacia una potencia tradicionalmente distante del bloque en términos comerciales.
Brasil y su papel clave en las negociaciones con China
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha reforzado su compromiso de establecer una relación más estrecha entre China y el Mercosur. Durante un reciente encuentro con Xi Jinping en Brasilia, ambos líderes acordaron profundizar el diálogo entre la potencia asiática y el bloque regional para fortalecer el comercio. Lula enfatizó que avanzar juntos como Mercosur ofrece una posición negociadora mucho más sólida que la de cualquier país individual.
Brasil, como economía más grande del bloque, juega un papel crucial en estas negociaciones. Su interés en trabajar con China no solo responde a los beneficios económicos evidentes, sino también a un posicionamiento estratégico frente a otras potencias globales. Esto podría consolidar al Mercosur como un actor relevante en las relaciones comerciales intercontinentales.
Paraguay y su delicado equilibrio diplomático
La postura de Paraguay, liderada por el presidente Santiago Peña, introduce un matiz diplomático único en las discusiones comerciales del Mercosur. Peña ha defendido que cualquier acuerdo comercial debe ser negociado en bloque y respetar las particularidades de cada país miembro. En el caso de Paraguay, esto incluye mantener su histórica relación diplomática con Taiwán, lo que complica la posibilidad de establecer vínculos directos con China.
Para sortear este obstáculo, Peña ha propuesto ampliar las negociaciones hacia «los países asiáticos», una estrategia que permitiría a Paraguay diversificar sus relaciones comerciales sin romper su alianza con Taiwán. Este planteamiento sugiere explorar mercados en Japón, Corea del Sur y otros países de la región, lo que podría abrir nuevas oportunidades para el Mercosur y garantizar que Paraguay no quede al margen de los acuerdos multilaterales.
Tensiones y oportunidades en Montevideo
La diversidad de posturas dentro del Mercosur refleja los desafíos y oportunidades del bloque en un mundo comercial cada vez más competitivo. Mientras que Uruguay y Brasil buscan estrechar lazos con China, Argentina orienta su mirada hacia Estados Unidos, y Paraguay intenta mantener un equilibrio entre sus compromisos diplomáticos y su participación en el bloque.
En este contexto, la cumbre de Montevideo será un punto de inflexión. La participación de Yamandú Orsi como presidente electo de Uruguay podría aportar una visión integradora que refuerce el papel del Mercosur como actor regional en el escenario global. Además, la interacción entre Milei, Lula y Peña será determinante para trazar una hoja de ruta común o, por el contrario, exponer las divergencias que podrían debilitar al bloque.