El día 16 de mayo, un grupo de arqueólogos españoles anunciaba que la tumba más antigua de todo el continente africano había sido descubierta.
En concreto, los huesos hallados en la tumba pertenecen a un niño suajili que tendría en torno a 2 años de edad que los científicos han llamado “Mtoto”, que significa niño en dicho idioma. Los restos han sido tasados en 78.000 años de antigüedad.
Hasta el momento, solo dos hallazgos, también funerarios, eran los más antiguos. Uno de ellos en Egipto, donde se descubrieron los restos de un niño que se tasaron en 69.000 años; el segundo descubrimiento tenía lugar en Sudáfrica, donde los restos de otro niño poseían una antigüedad de 74.000 años.
Un largo trabajo
Sin embargo, este descubrimiento no ha sido reciente. El proyecto mediante el cual ha aparecido Mtoto comenzó en Kenia, en el año 2010. La investigación tenía el objetivo de obtener información en torno a la relación entre los grupos de la Edad de Piedra con la muerte.
En el año 2017, fue cuando los investigadores hallaron una cavidad en la que se encontraba los restos descubiertos. En concreto, estaban en una cueva llamada Panga ya Saidi, a tres metros bajo la superficie del suelo. En un principio, se encontraban muy deteriorados por el paso del tiempo y fue necesario escayolarlos para darles forma y consistencia.
Tras este proceso, los restos fueron trasportados a Burgos. Una zona en la que también existen grandes yacimientos de la prehistoria como Atapuerca. Así, fue en esta capital española donde se descubrió la antigüedad de los restos de Mtoto.
La muerte en la prehistoria
Lo sorprendente del cuerpo es que estaba enterrado con una manta y una almohada. Un hecho que, para la directora del Centro Nacional de Investigación de La Evolución Humana, María Martinón, significa que fue un niño considerado y que recibió cariño.
Las tumbas y los cementerios de la prehistoria son elementos que dan mucha información a los investigadores. Gracias a ellos se puede saber cómo era la sociedad en la que vivían, los años que esta sobrevivió, incluso se puede observar cómo murieron si se presta atención a elementos como los dientes.