San Sebastián, 30 abr (EFE).- Alrededor de 1.500 bailarines de 26 escuelas guipuzcoanas han celebrado este domingo la 25 edición de la «barandilla de La Concha», un cuarto de siglo para un evento que es desde hace años ya toda una tradición para los donostiarras.
La reconocible barandilla que separa la playa del Paseo de La Concha se ha convertido una vez más en una barra de ballet clásico de cientos de metros, donde se han alineado las decenas de alumnos de danza para cambiar por un día el paisaje urbano.
La fórmula, que fue una idea original de Coral López-Castellanos, profesora de la Escuela Municipal de Música y Danza de San Sebastián, se ha extendido a otras barandillas de ciudades como Bilbao y Zaragoza.
Este año, la Asociación de Profesionales de la Danza de Gipuzkoa, impulsora de las actividades del mes de la danza en este territorio, ha recibido solicitudes para participar de los conservatorios de Burgos y Logroño, pero no ha sido posible acceder a estas peticiones porque no hay suficiente barandilla en La Concha para acoger a todos.
Aunque este es un fin de semana lluvioso, las nubes han respetado el espectáculo, que tuvo un prólogo este sábado con la iniciativa Dantza Kalean, a la que se sumaron casi 300 bailarines que interpretaron piezas de diferentes estilos en los jardines de Alderdi Eder, junto al Ayuntamiento.