La Plaza Mayor acoge una nueva edición de su propia Feria del Libro, un evento literario centrado en las librerías y las editoriales donde el absoluto protagonista es el libro. La Feria de Editoriales y Librerías de Madrid, que en su edición de 2017 recibió a más de 150.000 visitantes, convierte a la Plaza Mayor en un punto de encuentro para los profesionales de la literatura con los madrileños y madrileñas amantes de los libros.
La feria, que abrió sus puertas ayer y permanecerá abierta hasta el próximo 4 de noviembre, tendrá un horario de 11:30 a 14:30 horas y de 16:00 a 20:30 horas, y contará con 51 expositores.
Un total de 42 librerías y 89 editoriales de Madrid, mostrarán un panorama de las últimas propuestas del mercado literario en España, con especial atención a la diversidad y singularidad de la edición madrileña.
Firmas y actividades infantiles
Además, la Feria del Libro de Otoño cuenta con un programa de firmas en el que ya han confirmado su presencia: Eduardo Martínez Pisón, Edurne Portela, Luis Alberto de Cuenca, Marta Sedano, Lorenzo Silva, Marta Robles, Sandra Barneda, Andrés Trapiello o Isabel San Sebastián, entre muchos otros.
Asimismo, este encuentro apostará por acercar el mundo de los libros a los más pequeños de la casa y por ello se ha preparado una programación infantil que se podrá disfrutar los fines de semana y los días del puente de noviembre tanto en horario de mañana como de tarde. Así, se colocarán varios puestos en los que los niños y las familias podrán participar simultáneamente, acercándose al mundo del libro a través de todo tipo de juegos como cuentos, un bingo literario, puzzles y mucho más.
Además, como parte de las actividades que ofrece la Feria del Libro de la Plaza Mayor y coincidiendo con la celebración del Día de Muertos, la Embajada de México en España instalará durante los próximos días La Catrina en bicicleta, un conjunto escultórico compuesto por cuatro esqueletos, dos femeninos y dos masculinos, de más de seis metros de longitud, obra del artista mexicano, Jesús Guillén.
Con estas cuatro figuras, montando en bicicleta sobre una base de flores, el artista ha querido rendir un homenaje al famoso grabado de La Catrina de José Guadalupe Posada, que se ha convertido en uno de los iconos más representativos de la identidad mexicana
