Las elevadas temperaturas del verano, además de los cambios de horarios y alimentación que llegan en el período de vacaciones, debe mantenernos más alerta que nunca si tenemos niños, sobre todo si tienen una edad comprendida entre 0 y 3 años.
Para que podáis estar tranquilos y seguros al cuidar de los más pequeños este verano, os proponemos unos cuantos consejos a seguir:
Exponedlos al sol de manera segura. Los niños y sobre todo, los bebés, deben de exponerse al sol de forma muy paulatina, aumentando poco a poco el tiempo de exposición. Debemos evitar las horas de intenso calor, sobre todo entre las 12 de la mañana y las 5 de la tarde.
Aunque el cielo esté nublado, no olvidéis nunca protegerles con lociones con un factor de protección muy elevado y que sean resistentes al agua. Protege su cabeza con algún gorrito y procurad tener una zona de sombra cerca.
Protegedlos de los hongos. La tendencia de los más pequeños a andar descalzos todo el día, aumenta las posibilidades de que puedan contraer hongos en los pies. Mantener una buena higiene y procurarles un calzado adecuado evitará este problema, además, secad siempre la humedad que les quede entre los dedos.
Los golpes de calor. Al igual que sucede con los adultos, debemos actuar de inmediato ante la menor sospecha de un golpe de calor en un niño. Llevadle inmediatamente a un lugar fresco y ayudar a bajar su temperatura corporal mediante la aplicación de compresas frías, especialmente en sus axilas, cuello e ingles.
Respetad los horarios. Con la llegada del verano, el día se alarga mucho más, con lo que las rutinas de comidas y sueño de los pequeños de la casa suele alterarse. Intentad seguir unas pautas y no variar en exceso sus actividades diarias, así evitaréis que él se sienta desconcertado.