La Comunidad de Madrid organiza una exposición retrospectiva del artista Guillermo Pérez Villalta

Obra de Guillermo Pérez Villalta
Fuente: Comunidad de Madrid

Se trata de la más amplia muestra dedicada en la región a una de las figuras esenciales de la escena contemporánea española

La Sala Alcalá 31 de la Comunidad de Madrid acogerá del 18 de febrero al 25 de abril la exposición El arte como laberinto, gran retrospectiva de Guillermo Pérez Villalta (Tarifa, Cádiz, 1948). Pintor, escritor, dibujante, grabador, diseñador de joyas y objetos, arquitecto, escenógrafo, escultor… En definitiva, como le gusta llamarse a sí mismo, artífice.

La exposición, bajo la dirección del crítico y comisario Óscar Alonso Molina, es la más amplia muestra (casi un centenar de obras) que se ha dedicado en Madrid a Guillermo Pérez Villalta, y supone un inusual recorrido, alejado de convencionalismos, a través de la obra de este artista esencial para la escena contemporánea española. Una muestra que cuenta con casi un centenar de obras, especialmente cuadros pero también piezas de orfebrería, marquetería o mobiliario diseñadas por el artista.

La consejera de Cultura y Turismo, Marta Rivera de la Cruz, asistió ayer a su inauguración, y ha declarado que “la Comunidad de Madrid se siente orgullosa de recibir a un artista de la talla de Pérez Villalta en una de nuestras salas emblemáticas, Alcalá 31. Pérez Villalta es un artista cuya trayectoria está unida inexorablemente a Madrid, ya que despuntó durante la movida, para convertirse en un referente, una personalidad única dentro del panorama contemporáneo”

Para concebir este proyecto, el propio artista partió del estudio geométrico de la planta del edificio de Antonio Palacios que habría de albergar la muestra, trazando sobre su plano la división armónica de la misma, tal y como hace al comienzo de todos sus trabajos.

Sobre dicho estudio geométrico levantó un laberinto que ha terminado convirtiendo la sala, de por sí compleja y fragmentada, en un recorrido que obliga al espectador a enfrentarse a sus trabajos de manera poco habitual, sin seguir una cronología o un orden temático, habituales en este tipo de retrospectivas, que aquí son reemplazados por otras sugerencias menos evidentes.

Con motivo de la exposición se publicará un catálogo que se configura como un libro de artista, que incluye una conversación entre artista y comisario. Además, la Sala Alcalá 31 ofrecerá actividades paralelas, como encuentros con el artista y el comisario o visitas guiadas para público individual y grupos.

Guillermo Pérez Villalta, el artista total

Guillermo Pérez Villalta (Tarifa, 1948), pintor autodidacta, pasó su infancia entre La Línea de la Concepción, Cádiz, y Málaga, trasladándose con su familia a Madrid en 1958. Su carrera arranca en los primeros años de la década de los setenta en el núcleo duro de la Nueva Figuración madrileña junto con Carlos Alcolea, Carlos Franco y Rafael Pérez Mínguez. Sin embargo y, a pesar de ello, el artista ha mantenido su absoluta independencia con respecto a los cánones y las modas imperantes en el mundo del arte.

La obra de Pérez Villalta se anticipó en una década a muchas de las premisas de renovación que se impondrían durante los ochenta en la escena artística internacional. En toda su carrera se aprecia la huella que dejaron los estudios de arquitectura que nunca terminó: la presencia del vacío, el análisis del espacio y del comportamiento de la luz en las estancias o la geometría y los juegos con la perspectiva son vectores que rigen sus imágenes, enriquecidas con elementos figurativos que enlazan asuntos mitológicos y aspectos privados de su biografía.

Una de las características más notables en el trabajo de Pérez Villalta es la densidad de capas de sentido que en él se superponen. Todo cabe en el ecléctico y variadísimo mundo que maneja el artista, desde los grandes nombres del Barroco y el Manierismo, a Dalí y Walt Disney, pasando por Duchamp, la metafísica italiana, la psicodelia o el pop.

A pesar de que la faceta más reconocida de Pérez Villalta es la pintura, ha dedicado su atención también a la escultura, la arquitectura, el diseño de muebles, objetos y joyas, la ilustración, la cartelería, las artes aplicadas (forja, azulejería, vidrieras), el textil, los decorados teatrales y el atrezo, entre otros.

Su obra forma parte de varias colecciones públicas españolas: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía; Fundación March; Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (Sevilla); Centro Atlántico de Arte Moderno (Gran Canaria); ARTIUM (Vitoria); Centro de Arte Contemporáneo (Málaga), Museo de Bellas Artes (Bilbao), Patio Herreriano (Valladolid), por citar sólo algunos ejemplos. En el ámbito internacional, su obra forma parte de la colección Chase Manhattan Bank (Nueva York), Instituto de Estados Unidos (Tánger), Museo Marugame Hirai (Japón) y The Solomon R. Guggenheim Museum (Nueva York).