La mayor reducción se registra en las emisiones por consumo eléctrico, que se recortan hasta un 28%
La Comunidad de Madrid ha conseguido reducir en Metro de Madrid un 26% la huella de carbono durante 2019, lo que supone que ha dejado de emitir 44.450,6 toneladas de emisiones de CO2 equivalente respecto al ejercicio anterior.
De esta forma, la compañía ha revalidado, por segundo año consecutivo, la certificación de su huella de carbono de acuerdo con la Norma UNE-EN ISO 14.064-1, contabilizando las emisiones indirectas además de las directas y de los consumos eléctricos, tanto en alta como en baja tensión.
La huella de carbono de Metro mide las emisiones que se emiten como consecuencia de la prestación del servicio teniendo en cuenta toda la actividad derivada del funcionamiento de los trenes, estaciones, subestaciones, depósitos
y talleres, el consumo eléctrico en baja y alta tensión y las emisiones derivadas del consumo de agua, del desplazamiento de los empleados, las emisiones de los principales proveedores y la gestión y el transporte de residuos.
El valor total del Inventario de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero de Metro de Madrid en el año 2019 fue de 126.557,994 toneladas de CO2 equivalente, frente a las 171.008,59 toneladas del año anterior.
Según estos cálculos, un ciudadano que viaja en Metro contamina una media de 4,9 veces menos que si lo hace en su vehículo privado, tomando como referencia un vehículo promedio sin diferenciación de combustible y con una ocupación de 1,3 pasajeros.
La unidad de referencia utilizada para contextualizar el valor de la huella de carbono de Metro como prestador del servicio de transporte es el viajero/kilómetro. Como en 2019 se realizaron 677.476.027 viajes con una distancia media por viaje de 6,673 kilómetros, las emisiones por unidad de referencia fueron de 27,99 gramos de CO2 equivalente por viajero/kilómetro.
Desde 2018, Metro de Madrid cuenta con el sello oficial del Registro de la Oficina Española de Cambio Climático, que confirma que la compañía trabaja para conocer sus emisiones como paso previo para poder reducirlas y demuestra su compromiso con el medio ambiente.
Metro va a solicitar el registro del cálculo correspondiente al año 2019 ante la Oficina Española de Cambio Climático en las próximas semanas. Previamente, tendrá que concluir el diseño de un plan de reducción de emisiones para este año 2020, requisito imprescindible para poder optar a la inscripción.