Conocer la historia genética del lince para mejorar las estrategias de conservación

Imagen de archivo de un lince ibérico. EFE/Jesús Monroy

Madrid, 15 ene (EFE).- Científicos de varios países han desvelado importantes detalles sobre la diversidad genética y los cruces históricos del lince ibérico con su «hermano» euroasiático y han sugerido a partir de sus hallazgos la posibilidad de implementar nuevas estrategias de conservación para asegurar la conservación de esta especie.

Los investigadores han comprobado que la diversidad genética de los linces ibéricos antiguos era muy inferior a la de los actuales felinos, y que la mezcla continua y recurrente entre el lince euroasiático y el ibérico hace miles de años contribuyó a esa mayor variación genética que presenta el lince ibérico actual.

En el estudio, cuyas conclusiones publica hoy la revista Nature Ecology and Evolution, han participado científicos de centros de investigación de Alemania, Portugal, Suecia, el Reino Unido y España, entre ellos de la Estación Biológica de Doñana del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (EBD-CSIC).

El lince ibérico (Lynx pardinus) divergió de su especie hermana, el boreal o euroasiático (Lynx lynx), hace aproximadamente un millón de años, pero sus genomas revelan todavía una transferencia de ADN entre ambas especies, un proceso conocido en el ámbito científico como «introgresión», han corroborado los investigadores.

El grave cuello de botella poblacional que se produjo durante el siglo XX redujo el lince ibérico a dos pequeñas poblaciones aisladas en el sur de España, que presentan la menor diversidad genética registrada para cualquier mamífero.

Ibérico y boreal ya se mezclaron de forma natural

Los investigadores secuenciaron los genomas de tres linces ibéricos antiguos a partir de muestras de huesos fósiles (datados aproximadamente hace entre 2.000 y 4.000 años) y compararon esos genomas con los datos genómicos disponibles de 30 linces ibéricos de las dos poblaciones actuales, con un lince euroasiático antiguo (de hace unos 2.500 años) del norte de la Península Ibérica y con 12 linces euroasiáticos modernos de seis poblaciones diferentes.

Hallaron un proceso «continuo o recurrente» de mezcla con el lince euroasiático en el genoma del lince ibérico, y han sugerido que este proceso podría explicar la mayor diversidad genética de los linces ibéricos modernos en comparación con las poblaciones antiguas, y todo ello a pesar de la reciente reducción de la población que ha experimentado la especie, hasta convertirse el lince ibérico en el felino más amenazado del mundo.

Los científicos han subrayado que sus hallazgos pueden tener implicaciones para desarrollar nuevas estrategias de conservación, como el «rescate genético», que consiste en introducir individuos de distintas poblaciones para aumentar la diversidad genética en poblaciones aisladas.

Se trata, según los investigadores, de una práctica normalmente desaconsejada, pero que podría reconsiderarse «cuidadosamente» en especies que ya han experimentado una mezcla en estado salvaje, como son estas dos especies de lince, el ibérico y el euroasiático.

El «rescate genético» ya se ha practicado

El investigador de la EBD-CSIC José Antonio Godoy ha explicado que la diversidad genética actual del lince ibérico es consecuencia de su mezcla hace miles de años con su «hermano» boreal, y ha celebrado la «buena noticia» que ha supuesto conocer que la variedad genética del lince, que es muy baja en la actualidad, era aún menor en la antigüedad.

En declaraciones a EFE, Godoy ha recordado que el «rescate genético» ya se ha practicado con el lince ibérico al mezclar las dos poblaciones peninsulares (las de Doñana y la de Andújar) con muy buenos resultados, y que es una de las razones de la recuperación «espectacular» del felino durante las últimas décadas.

El científico ha valorado la «prudencia» con que se han realizado estos cruces para tratar de enriquecer la variedad genética del lince ibérico y avanzar en su conservación, y ha apuntado en ese sentido la posibilidad, siempre con los mismos parámetros científicos y de prudencia, de que pudiera volver a cruzarse con el boreal.

«No estamos diciendo que sea necesario cruzar hoy a las dos especies», ha aseverado José Antonio Godoy, pero sí que las evidencias científicas muestran que han estado en contacto y se han cruzado en el pasado.

¿Se cruzarían entre sí si tuvieran oportunidad de hacerlo», el investigador responde categórico que sí, ha explicado que esos cruces son muy frecuentes entre los felinos, que se suelen «hibridar» bastante, y ha recordado que en Norteamérica se están cruzando el lince canadiense y el «bobcat» allá donde se encuentran y reforzando las poblaciones.

A su juicio, el ADN antiguo es una herramienta muy útil para contribuir a la recuperación y conservación de especies «porque nos da una imagen del pasado que antes no teníamos», y en este caso ha servido para comprobar que el lince ibérico y el boreal o euroasiático estuvieron en contacto y se cruzaron de forma natural en el pasado.