Consejos para cuidar la salud oral de los niños en verano

Se acercan las vacaciones, una época en la que pequeños y mayores relajamos nuestras rutinas, cambiamos nuestros horarios y, en algunos casos, relegamos nuestros hábitos saludables a un segundo plano. Desde el Área de Odontopediatría de la Clínica Universitaria de la Universidad Rey Juan Carlos repasamos algunas cuestiones a tener en cuenta sobre salud oral infantil y verano, para evitar que este cambio de hábitos pueda tener consecuencias negativas en la salud oral de los niños y niñas.

Consejos para cuidar la salud oral de los niños en verano

  1. No descuides su alimentación

En verano somos más permisivos con la alimentación de nuestros hijos y suele aumentar el consumo de helados, refrescos y zumos azucarados, chucherías, etc. En definitiva, los niños consumen más azúcar, con el perjuicio que eso puede tener para su boca y su salud.

Además, los refrescos carbonatados dañan el esmalte de los dientes, especialmente en el caso de los dientes de leche, con lo que aumenta el riesgo de caries.

Evita el abuso de alimentos y bebidas azucaradas ofreciendo a los niños opciones más saludables como fruta o helados caseros sin azúcar. Es recomendable fijarse en el etiquetado de los alimentos que consumimos y que consumen nuestros hijos porque, muchas veces, no somos conscientes de la cantidad de azúcar que contienen.

  1. Mantened una buena higiene oral

En verano cambiamos nuestros horarios, pasamos más tiempo fuera de casa y comemos más veces fuera, en restaurantes, en casa de amigos… Esto hace que no siempre nos lavemos los dientes después de las comidas.

Puedes mejorar la higiene oral de los niños y la de toda la familia llevando en el bolso un pequeño neceser con los cepillos de dientes. Así no habrá excusas para descuidar la higiene, aunque pasemos el día fuera de casa.

  1. El calor aumenta el riesgo de caries

Las altas temperaturas favorecen la aparición de bacterias en la boca. Con el calor, la cantidad de saliva se reduce y se pierde su función protectora, con lo que aumenta el riesgo de aparición de caries y placa. Por eso, es muy importante mantener a los niños hidratados en todo momento, preferiblemente con agua.

  1. Golpes y caídas

El verano es tiempo para jugar, nadar, correr, hacer deporte y, en definitiva, para disfrutar. Pero, con el aumento de las actividades al aire libre, también se incrementan los accidentes, golpes y heridas que pueden afectar a la boca y los dientes.

En caso de fractura o pérdida de algún diente, recógelo y acude rápidamente a un especialista con el diente o el trozo metido en leche, suero o saliva del niño. También es recomendable consultar con un odontopediatra en caso de traumatismos fuertes en los dientes de leche, ya que el golpe puede llegar a afectar a la dentición definitiva.

  1. Cuidado con la piscina

Un riesgo poco conocido para la salud oral de nuestros hijos es la exposición prolongada al cloro de las piscinas. El cloro puede afectar al pH de la boca, causando daños en el esmalte de los niños y una mayor predisposición a las caries y las enfermedades gingivales.

Además de controlar las horas que pasan los niños dentro del agua, podemos prevenir los daños causados por el cloro utilizando pasta dental fluorada, teniendo en cuenta la cantidad de flúor indicada para cada franja de edad.

  1. Aprovecha el verano para mejorar la salud oral de toda la familia

Aprovecha las vacaciones para visitar a tu odontólogo y realizar una revisión preventiva de la salud oral de toda la familia. Es recomendable hacerlo, al menos, una vez al año, desde la aparición de los primeros dientes, aunque no haya indicios de ningún problema.

También podemos aprovechar que en verano tenemos más tiempo libre para afianzar los hábitos de higiene oral de nuestros niños e incluir algunos nuevos como el uso de colutorios. Consulta a tu odontopediatra qué productos son los más indicados para cada edad.

Revisiones periódicas desde el primer año

Es importante que los niños se acostumbren a visitar regularmente la consulta del dentista desde bebés, para controlar que no existen anomalías morfológicas y tratar posibles patologías de manera precoz.

Los odontopediatras aplican diferentes estrategias en función de las etapas de desarrollo psicológico y las características de los niños para evitar el posible miedo a ir al dentista, concienciar a los pequeños de la importancia de cuidar su salud oral y prevenirles de las consecuencias de no hacerlo.

Los profesionales son una parte importante en este proceso de enseñanza y concienciación sobre buenos hábitos diarios de higiene y cuidado de la salud oral, pero también es importante que los adultos de la familia se impliquen. Enseña a tus hijos a lavarse los dientes y vigila que lo haga de manera correcta, sobre todo si son pequeños. Y, muy importante, los niños aprenden por imitación, así que es necesario que los adultos de la casa demos un buen ejemplo también en lo que se refiere a los hábitos de higiene oral.

Profesionales del Área de Odontopediatría de la Clínica Universitaria de la Universidad Rey Juan Carlos