Aunque el veganismo ha sido protagonista en la Agenda 2030, aún siguen existiendo ciertos mitos en torno a este estilo de vida
La comunidad internacional se ha unido en la Agenda 2030 para combatir los impactos medioambientales. Este plan de acción está basado en 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), entre los que se considera al veganismo como una de las soluciones al cambio climático. De hecho, hace un mes ya te contábamos qué es la Salud Ambiental y por qué es tan importante. También, explicamos qué es la regla de las 5R para reducir los residuos que generamos y aportar nuestro granito de arena.
En este sentido, la Organización de Naciones Unidas (ONU) publicó «Climate Change and Land (Cambio Climático y territorio)» en 2019. Informe en el que se instaba sobre la necesidad del veganismo para combatir el cambio climático. No obstante, aún existen mitos en torno al veganismo, pese a ser una dieta que tiene cada vez más adeptos. Te contamos cuatro claves para entender el veganismo y desmentir falsos mitos.
«Las plantaciones de soja que destruyen el Amazonas»
La primera de ellas es la idea sobre las plantaciones de soja que están destruyendo el Amazonas. Sin embargo, estas no están dirigidas al consumo humano, si no que la plantación de soja en la selva amazónica está destinada para la producción de pienso animal.
«La carne como la única fuente de proteínas»
Existe la creencia arraiga sobre la carne como única fuente de obtención de proteínas. Se dice que la dieta vegana no proporciona los suficientes nutrientes. No obstante, hay numerosas opciones de origen no animal como las legumbres, nueces, semillas, tofu o tempeh. De hecho, deportistas de elite como Serena Willams, ganadora de 23 Grand Slam, se han unido a esta dieta.
«Una dieta vegana es aburrida»
De esta creencia proviene también la idea de que comer platos veganos es aburrido. Lejos de la realidad, es un estilo para explorar la cocina. Existe una gran variedad de productos veganos que combinan perfectamente entre sí. En días pasados, te contamos las diferencias entre vegano, vegetariano y flexivegetariano, para que conocieras en qué se basa cada dieta.
«Ser vegano es caro»
Otra idea preconcebida es que la alimentación vegana es cara. Pese a lo que se pueda pensar, la base de la dieta vegana son legumbres, pasta, hortalizas, frutas y verduras. Estos son productos económicos que se encuentran en cualquier supermercado o tienda local. No es necesario alimentarse de productos ‘gourmet’, como hamburguesas, salchichas o incluso queso vegano, que no forman parte esencial de la dieta vegana.
El cambio climático es una realidad que ya está teniendo sus consecuencias en muchas partes del mundo. Entre estas, destacan la incrementación de fenómenos meteorológicos, la extinción de numerosas especias, el derretimiento de los polos o la destrucción de ecosistemas. Por estos motivos, conveniente una transición alimentaria para una mejora climática y sanitaria.