Cuba empieza a excarcelar presos políticos un día después de salir de la lista terrorista

Un auto clásico de fabricación norteamericana, pasa frente a la embajada de Estados Unidos este miércoles, en La Habana (Cuba). EFE/ Ernesto Mastrascusa

La Habana, 15 ene (EFE).- El Gobierno cubano afirmó este miércoles que «una de las consecuencias» de la decisión de EE. UU. de retirar a la isla de la lista de países patrocinadores del terrorismo es que esta ha quedado «demolida» y que nadie más podrá «creer en ella».

El canciller isleño, Bruno Rodríguez, aseguró que, pese a reconocer que la medida es «correcta pero muy limitada», deja claro que la «lista no tiene fines de enfrentamiento al flagelo del terrorismo sino que es un mero instrumento de coerción política».

En conferencia de prensa, en la que no aceptó preguntas, el titular de Exteriores reiteró que el país caribeño sabe que la decisión del presidente estadounidense, Joe Biden, que dejará el cargo el lunes, puede ser revertida por el republicano Donald Trump.

Sin embargo, aseguró que, de hacerlo, quedaría en entredicho la «credibilidad» de Washington.

«¿Qué dirían las agencias estadounidenses? ¿Dónde quedaría la credibilidad del Gobierno estadounidense? Esto parecería un desorden, en Cuba le dirían un relajo. Es decir: un presidente hace imputaciones de un tipo, otro las desmiente y las cambia, viene otro y las vuelve a hacer y después viene otro y vuelve a repetir las anteriores», concluyó.

En este sentido, el designado secretario de Estado de Trump, Marco Rubio, un cubanoamericano defensor de la línea dura con la isla, aseguró este miércoles ante el Senado que no tiene dudas de que La Habana cumple con los requisitos para estar en la lista.

Avanzó asimismo que las decisiones de la actual Administración no son vinculantes para la próxima.

La designación como país patrocinador del terrorismo implica la prohibición de venta de armas a ese país, un mayor control a sus exportaciones, restricciones en la ayuda exterior, mayores requisitos para los visados y la congelación práctica de gran parte de su actividad financiera en el exterior.

Poco después del anuncio de Washington, La Habana confirmó, en un comunicado, que excarcelaría a 553 presos, tras una mediación con el Vaticano. Rodríguez no hizo mención de esta medida durante su intervención.

El Gobierno cubano inició este miércoles el proceso gradual de excarcelación. Entre ellos hay personas consideradas presos políticos.

Desde primera hora de la mañana han ido abandonando distintos centros penitenciarios, por cuentagotas, distintos presos políticos, según han podido comprobar EFE y han confirmado activistas y ONG. No hay datos oficiales, pero se trata de al menos una quincena larga de personas.

Ésta es la primera excarcelación en Cuba desde 2019, cuando las autoridades indultaron a 2.604 reclusos. La anterior se produjo en 2015, cuando un total de 3.522 presos fueron excarcelados como «gesto humanitario» ante la visita del papa Francisco.