Leipzig/Dusseldorf (Alemania), 29 jun (EFE).- Nadie ha regateado más en la Eurocopa 2024 que Jérémy Doku y Ousmane Dembele, rivales el próximo lunes en Dusseldorf en los octavos de final en el Francia-Bélgica y aún por debajo del impacto esperado, enfrentados en una carrera vertiginosa, sin margen, frente a su intrascendencia hasta ahora en el torneo.
Ni siquiera los 22 'dribling' de cada uno de ellos alcanzan las expectativas de ambos jugadores. Ni tampoco los proponen realmente entre los mejores extremos o regateadores de la Eurocopa, porque después ni han asistido en ningún gol ni lo han marcado ellos, en contraste con el georgiano Kvicha Kvaratskhelia, 21 regates y un gol, o el alemán Yamal Musiala, con 19 desbordes y dos tantos, rumbo ahora a las eliminatorias ya definitivas.
Influenciados o no, como parte del todo, tampoco ha sido la mejor versión de sus equipos, que han transitado por la primera fase de la competición entre las dudas de su fútbol y sus marcadores, relegadas las dos a la segunda posición de sus respectivos grupos. La primera era la única plaza asumible para ambos. Y los mide ahora, con el duelo entre sus dos extremos como un aspecto clave. Las oportunidades dependen de ellos.
En la ineficacia ofensiva de Francia, con apenas dos goles en tres partidos en la primera fase (uno en propia puerta de Maximilian Wöber, en el triunfo por 1-0 ante Austria, y otro de penalti de Kylian Mbappé, en el 1-1 frente a Polonia), el conjunto galo necesita más de Dembélé, clave para la producción que requiere su equipo, tal y como admiten sus compañeros.
«Es muy importante para nosotros porque genera muchas de nuestras ocasiones», expresa Aurelien Tchouameni, medio centro de la selección francesa y del Real Madrid, sobre el futbolista del París Saint Germain, que, de momento, no es tan incisivo como acostumbra, por más que en esta competición le hayan salido con éxito el 76,19 por ciento de los regates, con una media de 8,07 intentos por duelo, por debajo de su club en este curso: 10,25 por encuentro.
Un gol y dos asistencias en sus últimos 23 partidos con Francia
Entre sus altibajos, con un pico de velocidad en este torneo de 33,9 kilómetros por hora (el segundo de Francia, sólo superado por Mbappé, a 35 kilómetros por hora), en esos vaivenes propios de sus espectaculares cualidades y sus irregulares definiciones, se ha movido en esta Eurocopa, titular indiscutible para Didier Deschamps en cada uno de los tres encuentros y más allá. Es el único que se ha mantenido intocable en el frente de ataque en el once. Ni Marcus Thuram ni Antoine Griezmann ni Kylian Mbappé, aunque este último por efecto de la fractura de nariz.
El seleccionador francés sabe que es un figura diferente, al alcance de muy pocos equipos por la velocidad que tiene para encarar e irse, para promover el desequilibrio en el área contraria, pero su aportación aún es insustancial en el torneo, sobre todo en el primer duelo con Austria, pero también después frente a Países Bajos. Necesita más Francia de él si quiere avanzar hasta donde se propone.
Esta temporada, con el París Saint Germain, a las órdenes de Luis Enrique, Dembele ha aportado seis goles y doce asistencias en 42 partidos, 33 de titular, pero con Francia sus números se reducen.
Desde su debut como internacional el 1 de septiembre de 2016, con tan solo 19 años, en un triunfo por 1-3 ante Italia, ha jugado 47 duelos, con cinco tantos y nada más tres pases decisivos a sus compañeros.
Es más, en sus últimos 23 partidos con Francia tan solo ha contribuido de forma esencial en tres goles, dos como pasador y uno como definidor.
Doku y el 63,15 por ciento de acierto en el regate
Enfrente, Jérémy Doku, uno de los niños mimados de Pep Guardiola en el Manchester City, tampoco funciona en la Eurocopa. Elogiado hasta la saciedad por el técnico español en su primer año en la Premier League, con Bélgica, después de los tres primeros partidos de la Eurocopa, no ha conseguido ser tan relevante. Su insistencia por el costado izquierdo de los 'Diablos Rojos' no ha tenido premio y ha sido devorado por la fama de otros extremos a la que él mismo aspiraba.
Como Dembélé, de momento está fuera del terna de los candidatos a convertirse en los mejor driblador que forman Jamal Musiala, Nico Williams, Florian Wirtz e incluso Cody Gakpo. Doku, eso sí, no tiene miedo al fracaso y no se esconde. Lo ha intentado todo y sus cifras avalan su cabezonería: es el jugador de toda la Eurocopa que más regates intenta (14,36, con un éxito del 63,15 por ciento) por delante de los portugueses Francisco Conceiçao y Rafael Leao. Dembélé ocupa la décima plaza tras intentar 8,07 regates con más éxito que Doku (76,19 por ciento).
La realidad es que al extremo belga se le torció el torneo en su puesta en escena frente a Eslovaquia. El combinado centroeuropeo sorprendió con una pírrica victoria (0-1) marcada por un error de Doku, que provocó el gol de Ivan Schranz tras una cesión absurda a un rival cerca del área. Después, sus únicas acciones decisivas las cortó de raiz el VAR, que impidió que sumara una asistencia a Romelu Lukaku por una mano previa al que habría sido su primer pase de gol del torneo.
Tampoco ayudaron sus compañeros, incapaces de cerrar sus acciones. Sobre todo Romelu Lukaku, el gafe de Bélgica empeñado en fallar casi todo, como en la primera parte ante Eslovaquia, en la que desaprovechó dos oportunidades clarísimas provocadas por Doku desde la banda izquierda. Una, en un mano a mano ante el portero de Eslovaquía, y la otra en un remate a bocajarro. Los servicios del jugador del City se quedaron en nada por culpa de la ineficacia de su compañero.
En los dos siguientes partidos, frente a Rumanía y Ucrania, Doku volvió a sacar a relucir todo su repertorio. Quiso arreglar el fallo garrafal que protagonizó en su puesta en escena, pero no lo consiguió. En parte, de nuevo, por culpa de Lukaku, que en ambos encuentros desperdició un par de asistencias del jugador del Manchester City, probablemente el mayor lastre para engordar sus cifras en la Eurocopa.
Pero eso, a Doku, no le importa: «Lukaku crea impacto, genera oportunidades. Es extremadamente importante para nosotros. Está bien, no marcó y quiere hacerlo. Pero dio una asistencia», recordó tras el segundo partido frente a Rumanía. Ahora, Doku, ante Francia, intentará iniciar la escalada hacia una cima que se le ha negado. No juega mal, sigue eléctrico y desborda constantemente, pero en su casillero no hay ni goles ni asistencias.
Todo lo contrario que en su estreno esta temporada en la Premier League. En su primer año, previo pago del City al Rennes de 60 millones de euros, ha marcado 6 goles y ha dado 9 asistencias a lo largo de 2.282 minutos. Con sólo 22 años, ya ha desplazado a Jack Grealish, que ha participado en 7 partidos menos (43 por 36) con menos minutos que su compañero (2.143) y rival por el puesto.
Guardiola, ya avisó de lo que tiene entre manos: «Es difícil encontrar hoy en día un jugador con capacidad para regatear en espacios reducidos. Es uno de los jugadores más rápidos en los 5 primeros metros. Es increíble cómo puede cambiar el ritmo en esa distancia», dijo durante el curso. Ahora, es Domenico Tedesco quien disfruta de Doku, que, sin embargo, de momento, como Dembélé, no consigue disfrutar de la Eurocopa por culpa de los fallos de Lukaku y del irregular momento de Bélgica, incapaz en su intento de vencer y convencer.
Juan José Lahuerta e Iñaki Dufour