Ruth del Moral
Madrid, 1 nov (EFE).- Desarrollar el talento de los jóvenes para resolver problemas, desde los más cotidianos hasta los más extremos, como puede ser el acoso escolar, es la propuesta narrativa que el filósofo, escritor y profesor José Antonio Marina propone en su nuevo libro: 'El club de los buscadores de soluciones' (Editorial Boldletters e ilustraciones de Raquel Gu).
Una novela, en formato pedagógico -con ilustraciones tipo cómic y ladillos recordatorios- que en un principio parece ir dirigida a los adolescentes pero que Marina escribe para toda la comunidad educativa, docentes, familias y alumnos.
«Es una propuesta educativa de envergadura», recalca en una entrevista con EFE en la que el catedrático de Filosofía dedicado a estudiar la inteligencia insiste en que el modelo de enseñanza debe cambiar para ser más competencial y desarrollar la heurística, la competencia que fomenta la inteligencia resolutiva.
Saber poner en práctica lo que teóricamente aprenden los jóvenes y desarrollar hábitos para hacerlo es «fundamental», incide al explicar que hay muchos tipos de educación, «la teórica, la de la convivencia, la del trabajo o la de la ciudadanía».
Día Internacional contra la Violencia el Acoso Escolar
La próxima semana se celebra el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar y el libro empieza con un hecho trágico; el suicidio de un alumno en un instituto. Marina rememora así lo que sucedió hace 20 años cuando el joven de 14 años Jokin se quitó la vida por acoso escolar, y que reconoce que «le ha marcado» en su vida como profesor.
En los primeros capítulos los profesores deciden hacer algo para que este suceso no vuelva a ocurrir y ponen en marcha el pensamiento resolutivo de sus alumnos aplicado a todas las asignaturas.
«Convertir un conflicto en un problema para solucionarlo», explica Marina que recalca la necesidad de desarrollar el «talento de la comunidad» y el «talento individual» para enfrentarse a los problemas, también de acoso escolar.
«Muchos problemas no pueden resolverse personalmente, tiene que ser la colectividad la que ayude a resolverlo, y en el caso del acoso ya sabemos que hay espectadores que no hacen nada. Pero luego está la parte de la víctima, que se encuentra absolutamente desguarnecida y guarda silencio por miedo», señala.
Fomentar el talento individual es ayudar a niños acosados a que se den cuenta de que pueden resolver ese problema pidiendo ayuda, explica porque «la persona que tiene miedo y está en silencio está vencida».
Marina, Premio Nacional de Ensayo en 1993, dice que para educar en la libertad hay que dar más autonomía, «es decir, hay que dar más estructura personal a los alumnos, y eso tienen que aprenderlo».
«Unas veces hay que revelarse y otras veces hay que obedecer, pero hay que dar más protagonismo a los alumnos y también a la gestión de los centros para la resolución de problemas», señala.
El club de los buscadores de soluciones
Iván, Clara, Manolo y Aisha son los protagonistas de esta historia, que guiados por su profesor de Filosofía Paco y su profesora de Matemática Sofía van dando cuenta de temas a los que se enfrentan los adolescentes: la sexualidad, la pornografía, la inmigración, el paro juvenil o el acoso.
Decidir si son personas reactivas, que se quedan en «lo intentaré» o en el «no hay salida» o son personas proactivas que prefieren el «lo haré» o el «puedo mejorar», son cuestiones que se plantean en sus diálogos.
Un relato que muestra las fortalezas y debilidades de cada personaje; porque Marina cree que los chicos «deben salir de las escuelas con la certeza de que sirven para algo».
«Porque son las seguridades y las fortalezas que tiene una persona a lo que nos podemos agarrar para que resuelvan los problemas, y hay que empezar a subrayar eso», insiste tras lamentar que se estén «cronificando» los problemas del modelo de enseñanza.
«Y ahora ya no es el momento del pacto educativo. Tenemos que ir a una cosa más amplia, que es un pacto nacional por el aprendizaje, porque las cosas están pasando con muchísima rapidez», incide al recordar el cambio brutal que supuso la cámara en los móviles, el acceso a internet en estos dispositivos o los 'like' en las redes sociales.
Aboga porque la inversión en educación sea de al menos el 5 % y pide que los políticos dejen de plantear los problemas como un conflicto frontal y sepan definirlo para buscar soluciones, por eso en la novela también aparecen conceptos como la ética y la política.
En este aspecto Marina señala que su próximo trabajo estará centrado en la 'Academia del talento político adolescente', porque hay que formar a las nuevas generaciones que serán las que «nos gobiernen».