Descubren el papel clave de la laminina en la formación de órganos

Una investigadora observa muestras en un laboratorio. EFE/Archivo

Sevilla, 30 may (EFE).- Un estudio del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (CABD) ha demostrado el papel clave de la laminina, una de las proteínas que constituye la matriz extracelular de la membrana basal, en la formación correcta de órganos.

El estudio, realizado en colaboración con el Instituto de Biología Molecular de Barcelona (IBMB) y publicado en la revista ‘Cell Reports’, ha servido para entender mejor cuáles son los componentes genéticos que permiten que los órganos se formen con tamaño, forma y posicionamiento adecuados.

Todos los organismos multicelulares tienen en común los tubos biológicos, que son las unidades estructurales y funcionales del diseño de órganos en organismos multicelulares (animales), como las venas y arterias o los intestinos, y sirven para desempeñar funciones fundamentales como el transporte de líquidos, gases y células.

La investigadora del CSIC María Dolores Martín-Bermudo afirma que «para que ejecuten sus funciones estos tubos biológicos necesitan adquirir una forma y tamaño adecuados, y para entender su formación y mantenimiento es fundamental estudiarlos en un ambiente tridimensional (3D), como se encuentran en su entorno natural».

Ahora, en el Centro Andaluz de Biología del Desarrollo y, concretamente, en el laboratorio de Martín-Bermudo han usado las tráqueas de la mosca de la fruta Drosophila melanogaster para encontrar factores claves para la correcta formación y mantenimiento de los tubos biológicos in vivo y en 3D.

Todos los tubos están rodeados y aislados del medio ambiente por una membrana basal compuesta por proteínas de la matriz extracelular, como las lamininas.

Como conclusión, el estudio ha demostrado que las interacciones de las células del tubo con la membrana basal juegan un papel clave a la hora de regular el tamaño, la forma, la topología y la integridad de los tubos biológicos.

«Entender cómo se forman los tubos biológicos es importante no sólo para comprender mejor como se desarrollan los órganos animales sino también porque fallos en la formación o mantenimiento de estos tubos producen enfermedades devastadoras, como fibrosis quística, o problemas en angiogénesis», ha subrayado Martín-Bermudo.

De hecho, se ha visto que la ausencia de algunas lamininas producen rupturas de los capilares y hemorragias en animales modelos, como el ratón.

Según la investigadora, este estudio abre la puerta a entender cómo se regula a nivel genético la formación de órganos, ya que «estos estudios demuestran que los mecanismos que regulan la tubulogénesis se hayan en gran medida conservados entre la mosca y vertebrados tanto a nivel molecular como celular».