Desmantelan «cocina» de cocaína en Parla, que distribuía a Asturias y León

La Policía Nacional ha detenido a los cuatro integrantes de una banda que «cocinaba» cocaína en un trastero ubicado en el municipio madrileño de Parla y posteriormente distribuía al norte de España, en concreto a Asturias y León.

A finales del pasado verano comenzaron las investigaciones en torno a dos hermanos de origen dominicano que vivían en Parla y, según las indagaciones, se dedicaban al tráfico de cocaína.

Estos dos hombres tenían varios vehículos con habitáculos ocultos realizados expresamente para ocultar la droga durante su transporte desde Madrid al norte peninsular, principalmente a Asturias y León.

Para asegurar el éxito de los transportes por carretera contaban con «vehículos lanzadera» para detectar eventuales controles policiales y, así, poder eludirlos.

Además, estos dos hermanos habían adquirido diversas sustancias químicas, que son habitualmente utilizadas para la adulteración del clorhidrato de cocaína.

Después de varios meses los agentes identificaron a los otros integrantes del grupo y otras localizaciones como el domicilio de la madre de los hermanos, que estos hombres utilizaban para la distribución de la cocaína a pequeña escala.

Los investigadores interceptaron uno de los vehículos de la banda en León y, tras una inspección exhaustiva, localizaron un habitáculo oculto en el respaldo de los asientos traseros, que contaba con un sistema de apertura muy discreto.

En el interior de este espacio los policías encontraron dos paquetes que contenían unos 800 gramos de cocaína. Además detuvieron al conductor, un hombre madrileño que residía en Parla.

Con todas estas pruebas los agentes desmantelaron una «cocina» de cocaína en Parla, un centro para la adulteración y el procesamiento de clorhidrato de dicha droga, que se encontraba en el trastero de la vivienda de uno de los investigados.

En este lugar había diversos productos químicos para la adulteración de la droga, una prensa hidráulica para la compactación del estupefaciente adulterado, sellos y planchas metálicas y una pequeña cantidad de cocaína.

Igualmente, en la vivienda de otro de los investigados, que servía como punto de venta de estupefaciente para consumidores finales y otros traficantes a pequeña escala, aprehendieron un arma corta de fuego alimentada y en disposición de disparar.

Este arma se encontraba en el interior de su dormitorio y próximo a su cama, con otros tres cartuchos en su cargador.

Los agentes intervinieron en este domicilio casi un kilo de cocaína en diferentes presentaciones y diversos útiles como básculas de precisión y recortes de plástico para preparar las dosis que distribuían desde esa vivienda.

En total, a esta organización se les ha intervenido dos vehículos, una pistola, 1.800 gramos de cocaína, líquidos para adulterar sustancia estupefaciente, 1.600 euros en efectivo, cuatro básculas de pesaje de diversos tamaños, una prensa hidráulica, diverso utillaje y quince teléfonos móviles.

Fuente: © EFE 2021