La Policía Nacional de Fuenlabrada detectó a un grupo delictivo, dedicado al hurto de teléfonos móviles de alta gama en restaurantes y zonas de ocio, que luego enviaban fuera de España. La investigación dio comienzo cuando los agentes detectaron que se estaban produciendo bastantes robos con el mismo patrón.
Los delincuentes se hacían pasar por sordo-mudos o indigentes pidiendo limosna y mientras distraían a la víctima pidiéndole dinero, le sustraían hábilmente el teléfono.
Los agentes fuenlabreños detuvieron ‘in fraganti’ a dos personas que realizaban estos robos y estaban relacionados directamente con el grupo organizado dedicado a esta actividad delictiva.
La Policía Nacional ha confirmado que de las investigaciones se desprende “la existencia de un grupo criminal organizado», un grupo grande que cambiaba habitualmente a las personas dedicadas a los robos para evitar ser reconocidos.
Los detenidos, puestos a disposición judicial, son imputados por un total de 20 hechos, tras ser reconocidos por las víctimas. Según fuentes policiales, la investigación continúa y no se descartan otras detenciones.