Ecologistas: con la sequía actual es imposible la reapertura de Aznalcóllar

Imagen del pasado domingo de la mina de Aznalcóllar cuando se cumple el 25 aniversario del vertido tóxico. EFE /José Manuel Vidal

Madrid, 25 abr (EFE).- En el estado actual de sequía es inviable emprender proyectos mineros en Andalucía como pretende la Junta con la reapertura de la mina de Aznallcóllar, que hace veinticinco años provocó un desastre natural al reventar la presa de la balsa con vertidos tóxicos, contaminando más de 60 kilómetros y los ríos Agrio y Guadiamar, han coincidido expertos consultados por EFE.

La coordinadora de Ecologistas en Acción (EA) Sevilla, Sara Acuña, ha explicado que la reapertura de la mina «no es viable», porque «no es sostenible medioambientalmente, no tenemos agua, no hay agua prácticamente ni para cultivar alimentos, y cada vez está más claro que este año vamos a tener cortes de agua en Andalucía, porque ya se están teniendo en Córdoba y en otros lugares como Cataluña se lo están planteando».

En opinión de Acuña, «plantear explotaciones que no solamente contaminan, sino que están agotando un recurso indispensable para la vida es absolutamente un disparate».

Ha explicado que aparte de los problemas judiciales que afronta la empresa adjudicataria Minera Los Frailes, denunciada por Ecologistas en Acción por prevaricación, fraude, negociaciones prohibidas o tráfico de influencias, entre otros temas, la reapertura de la mina de Aznalcóllar «tiene unas implicaciones ambientales muy importantes».

Ahora mismo, según la coordinadora de EA, la balsa que rompió en 1998 «está sellada, está llena de áridos y están intentando controlar las filtraciones de aguas ácidas a través de unos pozos de captación en la base del muro en la zona de rotura».

Sin embargo, aún hay dos cortas a cielo abierto en Aznalcóllar donde se echaron todos los lodos que se recogieron en el 98, cuando se hizo la descontaminación del suelo y la restauración ambiental del Corredor Verde.

Por otro lado, existe la corta de Los Frailes que tiene actualmente14 millones de metros cúbicos de aguas ácidas contaminadas con metales pesados «que tendrían que vaciar para poder hacer la nueva explotación que dejaría de ser a cielo abierto y se plantea como un proyecto de minería subterránea».

IMPLICACIONES PARA ESPAÑA, MARRUECOS Y PORTUGAL

El problema, ha señalado, es que «plantean verter directamente esos 14 millones de metros cúbicos de aguas contaminadas al río Guadalquivir, con el punto de vertido enfrente de La Cartuja de Sevilla, a través de una tubería de 30 kilómetros que la van a construir desde la mina, y según ha anunciado la empresa se piensa hacer en un año y medio».

Desde EA «se considera que a nivel técnico es inviable depurar tanta agua y verter tanta agua, tiene un impacto tanto químico como biológico en el sistema del Guadalquivir que es inasumible por el propio sistema, porque los metales pesados se bioacumulan en el medio y se biomagnifican a través de la cadena trópica, porque no se puede eliminar del organismo el plomo, el mercurio o el cadmio, generando unos efectos para siempre».

Además, ha asegurado la experta de EA, «la desembocadura del Guadalquivir está justo en una zona con una dinámica marina muy alta, donde se producen mezclas de agua entre el Atlántico y el Mediterráneo, todos estos metales afectan a toda la actividad económica pesquera tanto del Golfo de Cádiz como de Marruecos o Portugal, una zona estratégica de mezcla de aguas y las corrientes repartirían cualquier tipo de contaminante».

NINGÚN DATO SOBRE EL POSIBLE IMPACTO EN DOÑANA

Eso conlleva el riesgo de que «haya filtraciones a acuíferos y demás súper alta», ha subrayado, y ha añadido que «tampoco hay estudios de cómo puede estar afectando al Parque Nacional de Doñana».

La restauración que se hizo en su momento «es un ejemplo de buen hacer, se actuó súper rápido, la restauración ambiental, la descontaminación de suelos ha sido súper efectiva, ahora mismo tenemos una salud ambiental en el Corredor Verde tremenda, pero seguimos sospechando que puede haber este tipo de contaminación de derivados de las filtraciones de las cortas que están todavía cielo abierto».

La empresa sueca Boliden responsable del desastre ecológico y medioambiental solo ha pagado una pequeña cantidad del dinero para la restauración tan ingente y quienes lo pusieron fueron el Gobierno central a través de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y la Junta de Andalucía.

Además, en EA están esperando que se resuelva una petición que ya hicieron hace cinco o seis años a la Junta para la paralización de los procedimientos de autorizaciones ambientales, mineras y otras, «que estaban en curso para la reapertura de la mina hasta que se esclareciera si realmente ha habido un fraude en la adjudicación que actualmente la tienen la Minera Los Frailes».

Desde WWF, Juanjo Carmona, ha asegurado que a pesar de que sigue habiendo problemas y para lo que supuso la contaminación en su momento después de 25 años, la situación está «bastante bien, porque el Corredor Verde se ha recuperado, aunque existen problemas en la zona de la mina.

Después de 25 años, ha dicho, «justicia no va a haber, se aplicará el derecho. Ojalá la empresa tenga que pagar, pero hay nebulosas…».