EE.UU. asegura que tiene un mecanismo para comunicarse con Hamás y lo está utilizando

El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby. EFE/EPA/Chris Kleponis / POOL

Washington, 8 nov (EFE).- El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, aseguró este miércoles que el Gobierno de Estados Unidos tiene un mecanismo para comunicarse con la organización islamista palestina Hamás y lo está usando con el objetivo de lograr la puesta en libertad de los rehenes de EE.UU.

Tenemos una forma de comunicarnos con Hamás, la estamos utilizando», afirmó en rueda de prensa Kirby, quien aclaró que no se trata de una «comunicación directa» con Hamás, sino a través de «aliados» que han ayudado a Washington.

Explicó que esa comunicación con el grupo islamista tiene como objetivo lograr la puesta en libertad de los rehenes con nacionalidad estadounidense que tienen en sus manos y aseguró que Washington tiene una idea de cuántos son, pero defendió no ofrecer más detalles para proteger su privacidad.

Asimismo, el portavoz reiteró que Estados Unidos apoya las llamadas «pausas humanitarias» a la ofensiva israelí en Gaza para lograr objetivos puntuales, como sería la liberación de los estadounidenses y de otros rehenes.

Sin embargo, también insistió en su oposición a un cese al fuego, una posición a la que algunos demócratas en el Congreso se están empezando a adherir mientras asciende el número de muertos civiles en la Franja de Gaza.

«Normalmente vas a un cese al fuego cuando crees que estás cerca del final y es momento de negociar», dijo Kirby, que defendió que ese escenario «beneficiaría», «legitimaría» y sería «una victoria propagandística» para Hamás.

Además, dijo que un cese al fuego podría dar la percepción de que Hamás «tiene todo el derecho de quedarse en el poder, y no lo tienen».

La ofensiva israelí en la Franja de Gaza se ha cobrado al menos 10.569 muertos, 4.324 de ellos niños, según los datos difundidos este miércoles por las autoridades locales.

Esta ofensiva empezó tras los ataques de las milicias palestinas lideradas por Hamás a Israel del pasado 7 de octubre, que dejaron unos 1.400 muertos.