Washington, 29 mar (EFE).- Estados Unidos insistió este miércoles que el paso de la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, por Nueva York y Los Ángeles es solo una «escala» de su viaje a Centroamérica y pidió a China que no exagere por este asunto.
Pekín ha advertido de consecuencias si la presidenta taiwanesa se reúne durante su paso por Estados Unidos con el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy.
En una rueda de prensa, el portavoz adjunto del Departamento de Estado de Estados Unidos, Vedant Patel, respondió que «todos los presidentes de Taiwán han hecho escalas en Estados Unidos» y que estas paradas «son privadas y no son oficiales».
«No hay razón alguna para que Pekín reaccione de forma exagerada o convierta esta escala en algo que no es», subrayó el funcionario.
El portavoz insistió en que Estados Unidos no apoya la independencia de Taiwán y que se opone a «cualquier cambio unilateral del statu quo» entre Pekín y Taipéi.
La mandataria isleña hará una escala en Nueva York el 30 de marzo y otra en Los Ángeles el 5 de abril como parte de su viaje a Centroamérica, donde visitará Belice y Guatemala, dos de los trece países que todavía mantienen lazos diplomáticos con Taipéi.
Se especula que durante su paso por la ciudad californiana, Tsai se podría reunir con el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano kevin McCarthy.
China declaró este miércoles que cualquier reunión entre la líder taiwanesa y McCarthy sería una «provocación grave» a la que Pekín respondería.
El Gobierno chino instó a Washington a cumplir estrictamente con el principio de «una sola China» y no facilitar que Tsai «transite» por Estados Unidos o incluso se comunique con funcionarios estadounidenses.
Preguntado sobre una eventual reunión, Patel recordó que McCarthy forma parte del Poder Legislativo, una «rama independiente» del Ejecutivo.
En agosto de 2022 la visita a la isla de la entonces presidenta de la Cámara Baja estadounidense, la demócrata Nancy Pelosi, enfureció a Pekín, que la calificó de «traición deplorable» y desplegó maniobras militares inéditas en el Estrecho de Taiwán.
China reclama la soberanía sobre Taiwán, a la que considera una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.
Estados Unidos estableció relaciones diplomáticas con Pekín en 1979 bajo el principio de reconocer «una sola China», pero ha mantenido estrechas relaciones no oficiales con Taiwán, lo que a menudo genera tensiones con el Gobierno chino.