9 ideas para ejercitar y mantener activo nuestro cerebro estas vacaciones

El cerebro o "materia gris", como se le conoce comúnmente, es uno de los órganos vitales de nuestro cuerpo.
El cerebro o "materia gris", como se le conoce comúnmente, es uno de los órganos vitales de nuestro cuerpo.

Vivimos sometidos a un ritmo frenético durante todo el año y, con la llegada de las vacaciones, vemos la oportunidad ideal para descansar y desconectar. Por mucho que valoremos nuestro tiempo de reposo, debemos intentar mantener hábitos y rutinas beneficiosas para nuestro cuerpo y, también, para nuestro cerebro.

Cristina Massegu Serra, neuropsicóloga de la Clínica Universitaria de la Universidad Rey Juan Carlos, nos da algunas claves para mantener nuestro cerebro activo durante las vacaciones.

¿Qué podemos hacer para mantener nuestro cerebro en forma durante las vacaciones?

Mantener bajo control los factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión o el colesterol, es fundamental, tanto a nivel físico, como cognitivo. Pero, además de hacer ejercicio y mantener una alimentación saludable durante el verano, deberíamos incluir en nuestra rutina diaria el ejercicio cognitivo para mantenernos ágiles mentalmente.

Algunos de estos ejercicios son de sobra conocidos: sopas de letras, crucigramas, sudokus u otros pasatiempos. Estas actividades están muy bien, pero, por qué no retar a nuestro cerebro a aprender algo nuevo, a salir de su zona de confort.

El cerebro es un órgano muy generoso y versátil, que nos permite llevar a cabo procesos tan complejos como hablar o pensar. También nos ofrece la posibilidad de cambiar, de adaptarnos a situaciones nuevas e, incluso, de hacer las mismas cosas de diferentes maneras.

Hasta hace poco, se creía que el cerebro era un órgano que no cambiaba o, como mucho, si cambiaba lo hacía a peor, porque se veía afectado por alguna enfermedad como el Alzheimer o por accidentes cerebrovasculares. Resulta que eso no es así y que nuestro cerebro sí puede cambiar.

 

Nuestro cerebro puede cambiar

Cada cosa que aprendemos o cada situación nueva que vivimos modifica el cerebro, gracias a la Plasticidad Cerebral. Este término se refiere a la capacidad del sistema nervioso para cambiar su funcionamiento a lo largo de la vida y para crear nuevas conexiones entre regiones cerebrales, como reacción a la diversidad del entorno.

Diferentes investigaciones han demostrado que un factor clave para desarrollar la plasticidad cerebral es enfrentar nuestro cerebro a nuevos desafíos. Podemos pensar que hay que hacer grandes cosas para desafiar al cerebro, pero no es así. Basta con aprender una nueva habilidad o cambiar la forma en que habitualmente hacemos algo para crear nuevas conexiones entre neuronas e, incluso, cambiar la química cerebral.

Con este planteamiento se nos abre un universo de posibilidades para estimular nuestra actividad cerebral. Me explico: si eres de los que no ha jugado nunca a un videojuego, aprovecha para hacerlo durante estas vacaciones. Basta con buscar nuevas actividades y aficiones. Puedes aprender a cocinar, empezar a practicar yoga, aprender un idioma, etc.

El ser humano es un “animal de costumbres” y no a todo el mundo le gustan los cambios. Por eso, es importante que elijas actividades que te interesen y de las que puedas disfrutar. Además, no olvides que sigues estando de vacaciones. Descansar (y hasta aburrirse de vez en cuando) es importante para una buena adquisición de habilidades y un requisito indispensable para unas vacaciones reparadoras.

 

Este verano, haz algo nuevo, haz algo bueno por tu cerebro

No hace falta que aprendas física cuántica para retar a tu cerebro. Vamos a ver unos ejemplos sencillos de actividades que podemos hacer para ejercitar nuestro cerebro:

  • Prueba a cepillarte los dientes con la otra mano.
  • Busca una nueva receta de cocina y prepárala (y luego, disfruta del resultado)
  • Ve a trabajar por otra ruta.
  • Prueba esa clase gratuita de Zumba/Spinning/Tacfit que siempre has querido probar, pero nunca te has atrevido.
  • Visita un lugar en el que no hayas estado
  • Anímate a aprender un idioma, bailar, cantar, pintar, etc.
  • Escucha música nueva (no te imaginas lo que trabaja el cerebro con eso).
  • Si no te encargas de los gastos domésticos, prueba a hacerlo durante unas semanas
  • La lectura es muy recomendable. Si no eres un lector habitual, puedes empezar con una revista o leyendo el periódico.

Todo esto exigirá a tu cerebro que se concentre ya que cuando hacemos algo por primera vez tenemos que estar muy atentos. También generarás nuevas memorias y descubrirás información nueva. Parte de esa información podrás relacionarla con la que ya tenías y otra la almacenarás en la memoria, a la espera de poder relacionarla con otras cosas que aprendas. Lo mejor de todo es que te sentirás ágil y disfrutarás de la satisfacción de ser capaz de hacer algo que no sabías que podías hacer.