El 24 % de los ucranianos que pidieron asilo en 2021 obtuvieron protección

Imagen de archivo de la llegada de un grupo de ucranianos a España. EFE/J.L. Cereijido

Madrid, 5 abr (EFE).- Un total de 1.037 ucranianos solicitaron asilo en España el año pasado y solo el 24 % de los 2.396 expedientes de esta nacionalidad que se resolvió obtuvo ese reconocimiento, según informa la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), que recuerda que miles de personas han huido de Ucrania desde 2014 y desde entonces más de 16.000 han pedido asilo en España.

CEAR ha hecho balance este martes con su habitual publicación «Más que cifras» de los datos de asilo de 2021, año en el que se otorgó protección internacional a 568 ucranianos (331 fueron concesiones de estatuto de refugiado y 237 de protección subsidiaria) y protección por razones humanitarias a otros 25, y se denegaron 1.803 solicitudes.

La organización valora que desde que estalló la guerra en Ucrania el pasado 24 de febrero, más de 70.000 personas ya han obtenido en España la protección temporal o han iniciado los trámites para solicitarla. «Está claro que cuando hay voluntad política las cosas se pueden hacer de otra manera. Esperamos que esta medida se aplique en caso necesario en otras emergencias humanitarias provocadas por conflictos u otros motivos que provocan grandes desplazamientos forzosos», ha considerado la directora de Políticas y Campañas de CEAR, Paloma Favieres.

CEAR celebra que en 2021 se haya duplicado el porcentaje de resoluciones de asilo favorables: un 10,5 % frente al 5 % del año anterior, una cifra que está «aún alejada» de la media europea del 35 %.

En concreto, en 2021 se presentaron 65.404 solicitudes de asilo y de las 71.830 que se resolvieron solo 7.371 fueron favorables (un 10,5 %). De esas resoluciones favorables, 5.354 fueron concesiones de estatuto de refugiado y 2.017 de protección subsidiaria. Además, España otorgó protección por razones humanitarias a 12.983 personas, la inmensa mayoría venezolanos.

Por segundo año consecutivo el número de solicitantes descendió hasta 65.404 personas, debido en gran parte a las restricciones de entrada impuestas por la pandemia, especialmente en fronteras aéreas, y hubo mayor variedad en las nacionalidades de las personas que buscaron protección en España, aunque la mitad de los 10 principales países de origen eran latinoamericanos.

Venezuela y Colombia se siguieron situando a la cabeza con 15.995 y 11.567 solicitudes, respectivamente, seguidas de las presentadas por personas de Marruecos (6.536), Malí (4.647), Senegal (3.198) o Afganistán (1.622), que aumentó considerablemente el número de peticiones tras la llegada al poder de los talibanes en agosto.

El incremento de peticiones de asilo de marroquíes, malienses y senegaleses responde principalmente al elevado número de llegadas a Canarias y Ceuta, explica CEAR, que destaca además que España ha mejorado en protección internacional debido a cambios de criterio en la valoración de las solicitudes, lo que se ha notado considerablemente en las personas procedentes de Malí, con más de un 82 % de peticiones aceptadas.

En el lado opuesto están Colombia, Perú o El Salvador, con más del 90 % de resoluciones desfavorables.

Además, cada vez menos personas de Siria, Yemen o Palestina solicitan asilo en España debido a la política de visados de tránsito de España.

Después de que en 2020, el año del inicio de la pandemia, se redujera hasta un 20 % el número de solicitudes pendientes de resolución, el año pasado volvió a aumentar ligeramente y más de 104.000 personas están a la espera de una decisión.

«Nuestro país sigue teniendo como gran asignatura pendiente agilizar estas resoluciones para cumplir con los plazos legales, garantizando un estudio individualizado de los casos y evitando en todo momento que se apliquen criterios estándar según nacionalidades”, lamenta Favieres.

CEAR ha hecho hincapié en los «enormes obstáculos» que encuentran las personas para solicitar asilo de forma legal y segura, y recuerda que el año pasado cerca de 42.000 personas arriesgaron sus vidas en el mar para llegar a España y al menos 1.560 murieron en el intento, un 71 % en la «peligrosísima» ruta atlántica que registró un récord de muertes en 2021.