Madrid, 28 nov (EFE).- El arte ucraniano libra su particular batalla contra Rusia en el Museo Thyssen de Madrid. La pinacoteca inaugura una exposición sobre la vanguardia ucraniana entre 1900 y 1930, un movimiento históricamente excluido y considerado ruso que permite al país reivindicar su singularidad artística.
«El genocidio cultural no mata, pero roba la identidad; por eso es importante identificar a los artistas ucranianos», ha dicho este lunes Serhii Pohoreltsev, embajador ucraniano en España.
«En el ojo del huracán. Vanguardia en Ucrania 1900-1930», que abre sus puertas hoy en Madrid hasta abril de 2023, cuenta con el apoyo del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y ha conseguido llevar por primera vez fuera del país una completa representación de la vanguardia artística.
Históricamente, la vanguardia ucraniana ha sido incluida dentro de la rusa, y en muchas ocasiones las figuras más relevantes de la época, como Sonia Delaneuy, Alexandra Ester o David Burliuk, aparecen en los libros de historia como rusos y no como ucranianos.
La muestra trata de arrojar luz sobre el periodo histórico de 1900 a 1930, uno de los más fructíferos del país, y de paso, poner el foco sobre las raíces históricas de la guerra que hoy ocupa portadas de todo el mundo.
ARTE EN TIEMPOS DE GUERRA
Las obras que se pueden ver en el museo madrileño fueron realizadas en uno de los periodos más convulsos de la historia de Europa y de Ucrania (1900-1930): incluye la caída del Imperio Ruso, la I Guerra Mundial, la Guerra de Independencia Ucraniana (1917-1921) y el nacimiento de la URSS (1922), marcada por la represión.
Medio centenar de obras proceden del Museo Nacional de Arte y el Museo de Teatro, Música y Cine, ambos de Kiev, y dibuja el desarrollo de las principales movimientos de vanguardias europeos en la región.
Cubismo, futurismo, expresionismo y suprematismo se desarrollan en Ucrania con elementos singulares del folclore nacional como el color.
Pero también hubo movimientos únicos y singulares, han defendido los comisarios, como fue el caso de la Kultur Lige, un intento por crear una cultura judía de origen laico, o los boichukistas, un movimiento que combina arte popular ucraniano con arte bizantino e influencias prerrenacentistas.
«Queremos enseñar al mundo todo lo que tenemos para ofrecer; hay diversidad y riqueza, que el público no solo oiga hablar de Ucrania por la guerra», ha señalado Katia Denysoa, una de las comisarias ucranianas de la muestra.
UN CONVOY MILITAR
Las piezas de «En el ojo del Huracán» salieron de Ucrania hace dos semanas en una de las jornadas más devastadoras de la guerra, cuando cayeron sobre el país un centenar de misiles rusos.
Las obras viajaron acompañados por un convoy militar y evitaron pasar cerca de infraestructuras clave para huir de los bombardeos.
Cuando llegaron a la frontera con Polonia, esta estaba cerrada por la caída de un misil en territorio polaco y solo consiguió pasar tras numerosos esfuerzos diplomáticos, según ha contado Francesca Thyssen, que participó activamente en el seguimiento de las obras.
Fue toda una odisea que las obras salieran del país, pero también que llegaran hasta nuestros días, según han explicado los comisarios ucranianos.
Muchos de los pintores expuestos en la muestra fueron asesinados durante las purgas del Gobierno de Stalin y muchas de sus obras solo pudieron ser salvadas porque se creó un fondo secreto que estuvo escondido durante décadas en el Museo de Arte Nacional de Ucrania.
En él se guardaron todos aquellos autores que el gobierno soviético consideraba «enemigos del pueblo» o arte burgués.
La exposición ha sido financiada por el Museo Thyssen, patrocinadores privados y coleccionistas como Francesca Thyssen, que lidera la iniciativa Museums for Ukraine y que ha pagado el transporte de las obras.
«Apoyar el arte es un elemento fundamental para la supervivencia del país. Estamos rindiendo un homenaje al pasado, presente y futuro del legado cultural ucraniano»; ha dicho la coleccionista.
Los comisarios ucranianos -Konstantin Akinsha, Katia Denysova, Olena Kashuba-Volvach- han explicado que la muestra viajará a Colonia (Alemania) y su objetivo es que siga girando por otros museos para que su mensaje se siga extendiendo allá donde vaya.
El presidente de Ucrania Volodímir Zelenski, ha intervenido en la presentación con un mensaje grabado en el que ha apuntado que la exposición «explica lo que Rusia trata de destruir con la guerra».
La guerra «contra la libertad» que se libra en su país, ha dicho, no debe «lucharse solo con la fuerza de las armas»; la cultura juega también «juega un papel importante» y por eso a veces es mejor «dejar hablar al arte».
Celia Sierra