Madrid, 17 abr (EFE).- El delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Borja Carabente, ha dicho este miércoles que el Ayuntamiento no prevé “ninguna otra» medida restrictiva para vehículos en las zonas de bajas emisiones (ZBE) más allá de las ya anunciadas, por lo que los coches con etiqueta ambiental “B” podrán seguir circulando por la capital.
Así lo ha expresado Carabante en la tercera jornada del simposio “Wake Up Spain 2024”, organizado por El Español, Invertia y Disruptores, a una pregunta sobre si el Consistorio tiene previsto incluir a los vehículos B en las restricciones de las zonas de bajas emisiones.
“No tenemos previsto llevar a cabo ninguna modificación de la ordenanza que incorpore nuevas restricciones, porque las restricciones actuales permiten que cumplamos la directiva europea (de calidad del aire). Por tanto, estamos satisfechos con esas medidas, porque han alcanzado esos objetivos”, ha dicho Carabante.
Según los datos que ha ofrecido, tan solo el “2,3 por ciento de todos los vehículos que circulan” por Madrid no tienen etiqueta (los conocidos como “A”), frente al “23 por ciento de la media nacional”.
“Eso permite que Madrid tenga un 6 por ciento de vehículos CERO emisiones, muy por encima de la media nacional, y que sea la primera capital que supera los vehículos ECO a los vehículos B», ha explicado el delegado, y ha reiterado que el Ayuntamiento no prevé llevar a cabo ninguna otra medida de restricción «porque las que tenemos ya son suficientes”.
Carabante ha defendido que Madrid no considera las ZBE un «elemento limitativo» de la circulación, sino «un instrumento para impulsar la necesaria renovación de nuestra flota”, y ha puesto en valor que las ZBE en Madrid «son progresivas para que ciudadanos y empresas puedan adaptarse a las restricciones y que se ha puesto el foco en los vehículos más contaminantes, los conocidos como ‘A'».
Asimismo, se han dado “alternativas”, como las líneas de buses gratuitas que van por el distrito Centro, donde no pueden acceder determinados vehículos, y también se ha ayudado a empresas y familias “en la transición energética”, con líneas de ayudas para “demostrar que la transición energética” también tiene que ser “socialmente justa”.
Para Carabante, el principal reto que tiene Madrid por delante, ciudad en la que hay “trece millones de desplazamientos todos los días”, es que la movilidad “pivote” en torno al transporte público.
Los retos en el ámbito del transporte público son la “electromovilidad” y la “integración de los modos de movilidad”, ha dicho: “Tenemos que trascender esa vieja concepción de la intermodalidad entre el transporte público y el vehículo privado. Hay nuevos operadores de micromovilidad en la ciudad, esos operadores que tenemos que integrar”.