Naciones Unidas, 23 nov (EFE).- La ONU alertó este miércoles de que la última oleada de ataques rusos contra infraestructuras energéticas de Ucrania puede resultar en un invierno «catastrófico» para millones de personas que podrían verse sin electricidad, calefacción o agua.
«Incluso antes de los últimos ataques, las autoridades ucranianas señalaban que prácticamente no había grandes plantas termoeléctricas o hidroeléctricas intactas en Ucrania. Es probable que el bombardeo de hoy empeore aún más la situación», dijo Rosemary DiCarlo, la jefa de Asuntos Políticos de la organización.
DiCarlo fue la encargada de abrir una reunión de emergencia convocada en el Consejo de Seguridad de la ONU después de que Rusia lanzara hoy un nuevo ataque masivo con misiles contra Kiev y otras ciudades ucranianas que dejó al menos cuatro muertos y una treintena de heridos.
La responsable de Naciones Unidas denunció que, además de matar civiles, esta última ofensiva rusa ha alcanzado varias plantas de generación de energía y ha obligado a cortes de emergencia de la red eléctrica en todas las regiones del país.
«Estos últimos ataques renuevan los miedos a que este invierno sea catastrófico para millones de ucranianos, que se enfrenta a la perspectiva de meses de tiempo glacial sin calefacción, electricidad, agua u otros servicios básicos», señaló DiCarlo.
«El tiempo para el que nos hemos estado preparando y temiendo está ahora encima de la gente de Ucrania. Todos tenemos que trabajar juntos para impedir una catástrofe humanitaria este invierno», añadió.
La diplomática dejó claro que los ataques contra civiles y contra infraestructura civil están prohibidos bajo la ley humanitaria internacional y dijo que Naciones Unidas «demanda a la Federación de Rusia que cese inmediatamente estas acciones».
«Tiene que haber rendición de cuentas por cualquier violación de las leyes de la guerra», insistió.
DiCarlo expresó también su preocupación por la situación de varias plantas nucleares del país, entre ellas la de Zaporiyia, la mayor de Europa, y que sigue siendo objeto de ataques, de los que Moscú y Kiev se acusan mutuamente.