Madrid, 7 jun (EFE).- El vencejo, un ave muy vinculada a los entornos urbanos y que constituye un apoyo natural para el control de las poblaciones de insectos, vive este martes su Día Mundial como una especie vulnerable debido a la destrucción de sus nidos durante las obras de rehabilitación de edificios.
El vencejo común (Apus apus), designada ave del año en 2021, ha experimentado en España un declive del 27,2 % en los últimos veintidós años, según los datos de la organización conservacionista SEO/Birdlife, que vincula su descenso poblacional a la destrucción o modificación de sus nidos, situados en los aleros de los edificios.
A pesar de ser un ave muy vinculada al ser humano, SEO/Birdlife ha tenido conocimiento de numerosos casos de desaparición o merma de las colonias de vencejos por obras de rehabilitación de edificios, como es el caso de la población asentada en los antiguos tejados de amianto del barrio de la Meseta de Orcasitas, en Madrid, una de las más importantes de la capital.
Las obras de sustitución de las cubiertas de amianto en este barrio madrileño reveló la existencia de numerosos nidos de vencejo, por lo que SEO/Birdlife, en colaboración con los arquitectos responsables y con el Ayuntamiento de Madrid, ha instalado 82 cajas que ofrecen 306 nidos alternativos para los cientos de vencejos que surcan los cielos del barrio.
“El sonido del vencejo forma parte del paisaje sonoro de los días de verano”, ha explicado a Efe el técnico del programa de biodiversidad urbana de SEO/BirdLife Luis Martínez, quien los define «aerodinámicamente perfectos”.
Tal descripción se debe a que estas aves con grandes alas en forma de guadaña no se posan nunca: “comen, duermen y se reproducen en vuelo” porque, como indica su nombre científico (Apus apus), «es ápoda, es decir, tiene las extremidades inferiores atrofiadas».
Los vencejos viven en un “eterno verano”, ya que “vienen a España para criar a finales de abril y en agosto comienzan su viaje de regreso a África”, un período de estancia “muy corto” porque “dependen de las poblaciones de insectos voladores”.
A pesar de que esta iniciativa de conservación de la biodiversidad urbana ofrece una alternativa a las parejas de vencejos, “son aves muy fieles a sus zonas de nidificación”, señala Martínez, ya que “vemos cómo algunos ejemplares siguen intentando entrar donde tenían su nido el año pasado”.
La también técnica del programa de biodiversidad urbana de la organización conservacionista Beatriz Sánchez resalta que, “a pesar de que esta colonia ha podido salvarse, miles de aves se enfrentan cada año al mismo problema”.
Por ello, desde SEO/Birdlife destacan que “la mejora del conocimiento sobre la importancia de los edificios para la biodiversidad en el sector de la edificación” pasa por “integrar la conservación en la normativa urbanística y en los proyectos de rehabilitación”.
“El ejemplo de Orcasitas evidencia que podemos tener unos edificios más saludables y eficientes sin provocar la desaparición de aves tan valiosas y beneficiosas como los vencejos”, concluye Sánchez.
La arquitecta responsable de las obras de rehabilitación Inés de la Vega, del Estudio 551, dice a Efe que “desgraciadamente» se llegó tarde porque, “si se hubiera conocido desde el principio este problema, el proyecto podría haber incluido espacios aptos para estos animales dentro de los paneles de las nuevas cubiertas”.
Según De la Vega, “circunstancias como esta evidencian que no se tiene en cuenta la biodiversidad urbana a la hora de edificar”, ya que “con un conocimiento mínimo se puede proteger a especies beneficiosas como el vencejo”.
Este proyecto de conservación del vencejo ha contado con el apoyo del Ayuntamiento de Madrid que ha financiado las cajas nido, las empresas constructoras Renovamos Madrid y DosEme que han colocado los nidales y la Asociación de Vecinos de Orcasitas.