París, 24 jul (EFE).- «Una opción bastante real», dice él. «Pero sería una sorpresa, porque no somos los favoritos», acota ella.
Álvaro Robles y María Xiao están dispuestos a dar a España su primera medalla olímpica en tenis de mesa, en la modalidad de dobles mixtos. Aunque también están ambos clasificados en la modalidad individual, sus aspiraciones de podio en París se centran en el dobles y clasificarse fue ya un éxito porque solo participarán 16 parejas.
Robles y Xiao ocupan la sexta posición del ránking mundial -primeros no asiáticos-, por lo que serán cabezas de serie. Si el sorteo les es propicio y superan el primer cruce, estarán en cuartos de final. A un solo partido de la lucha por las medallas. Difícil pero posible, aseguraron a EFE antes de viajar a París.
«Hemos llegado en muy buena posición. Con un buen sorteo y jugando bien desde el principio, la medalla es una opción bastante real. El primer partido será muy difícil, pero tenemos opciones de ganar a una de esas parejas que están del 8 al 16. Y una vez allí, será estar en cuartos y luchar por la semifinal. O sea, que es bastante posible», aseguró Robles, jugador nacido en Huelva hace 33 años y que ha residido ocho en Alemania para profesionalizarse y mejorar su juego.
«Partimos de un país que tiene que romper una barrera. Ese ha sido nuestro objetivo en este ciclo, tanto en el mixto como en el individual. No tener referentes por delante lo hace más difícil», indicó el andaluz.
«Estamos consiguiendo muy buenos resultados y siendo competitivos. Para mí estar ahora el 33 del mundo en individual es también algo histórico, porque ningún español había estado en esa posición», apuntó Robles.
Emigrar a Alemania cambió su carrera: «He podido descubrir cómo funciona realmente el tenis de mesa profesional. Me he formado allí y ahora tengo la suerte de haber cogido toda esa experiencia y, con el apoyo de la federación española, haber dado forma a todo», dijo.
Sumar los puntos para ir a los Juegos ha sido «una locura» de viajes y competiciones, casi sin tiempo para entrenar entre un torneo y otro.
«Si dejas de entrenar, el rendimiento decae en algunos periodos del año. Es la parte más complicada de gestionar. Pero lo hemos hecho bastante bien al final, pues el éxito del dobles mixto ha sido precisamente el trabajar esos otros aspectos que no tienen tanto que ver con la mesa, pero sí con conocernos ambos y gestionar lo que ocurre en la competición», comentó.
«Como un matrimonio»
El psicólogo, el preparador físico, el entrenador… todo les ha ayudado «a crecer y a saber que se puede seguir creciendo, porque no se para de aprender», dijo el jugador andaluz, que define una pareja de dobles como «un matrimonio».
«María es una gran compañera. El trabajo de ambos es imprescindible y yo estoy agradecido porque ella se ha implicado en este proyecto y por eso estamos en este punto, porque los dos hemos hecho nuestro trabajo tanto en lo personal como en lo profesional para ir mejorando. Y estoy muy agradecido, la verdad, de tener una compañera así», afirmó.
Xiao (Calella, Barcelona, 1994) confirmó que han sido «tres años muy complicados» porque tuvieron que conocerse bien y «cambiar muchas cosas en el tema de la personalidad».
«Álvaro es una persona muy ambiciosa, no le gusta nada, nada perder. Y es una persona luchadora y yo no soy tan así, soy más de un poco de relax, de 'no me pongas presión'. Pero en estos años me ha contagiado y hoy en día soy una persona más ambiciosa. Nos complementamos porque yo le aporto un poco de tranquilidad», dijo.
Viviendo uno en Alemania y otra en Murcia, tiene que aprovechar las competiciones para entrenar y pulir los detalles. Y cada uno en su casa prepara detalles específicos del mixto y piensa en qué aspectos pueden mejorar.
«Si no estamos juntos, también lo estamos. Tenemos el objetivo muy claro y trabajamos a distancia para el mixto», incidió.
Xiao, número 61 del mundo, aseguró que compartir pareja con Robles también la ha ayudado en su juego individual.
«Me ha cambiado un poco la mentalidad. Él cree mucho, yo no soy tan así. He aprendido mucho de él», destacó la jugadora, que, como su compañero, ya fue olímpica en Tokio 2020, «un sueño». Pero ahora el objetivo «ya no es participar».
«Individualmente quiero pasar el mayor número de rondas posibles y en mixto quiero llevar una medalla a España», dijo. «Es bastante complicado, pero yo confío en que hay muchas posibilidades. Va a depender mucho del sorteo, pero más de nosotros. Tenemos mucha más presión que hace tres años y eso también es una motivación extra. Una medalla sería una sorpresa porque, aunque hay posibilidades, no somos los favoritos. Tenemos que estar en un día muy, muy, muy bueno y tener suerte para que los demás aflojen un poco».
María Xiao, hija de dos jugadores profesionales chinos, entrena con sus padres, cuyos consejos «valen oro». «Han pasado por esto y ahora me lo transmiten a mí», dijo. «Son las personas que más me aportan más en el deporte y fuera».
Su madre ganó una Copa de la Reina en 1994, cuando estaba embarazada de María. «Sí, ganó conmigo dentro. Yo ya jugaba antes de nacer», bromeó la raquetista, tres veces campeona de España y que anticipó una lluvia de medallas de China en los Juegos de París, similar a la de Tokio 2020 (cuatro oros de cinco posibles).
«China no perdona», aseguró.
Natalia Arriaga