Damasco, 16 dic (EFE).- El enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, aseguró este lunes que las Naciones Unidas tienen la intención de prestar «toda la asistencia posible» a la población siria tras reunirse en Damasco con los nuevos líderes de la administración que derrocó al régimen de Bachar al Asad.
La oficina del enviado especial aseguró en un escueto comunicado que Pedersen subrayó en las reuniones que ha tenido con Ahmed al Charaa, nuevo líder de la transición siria y conocido anteriormente como Abu Mohamed al Jolani, así como con el primer ministro interino, Mohamed al Bashir, «la intención de las Naciones Unidas de prestar toda la asistencia posible al pueblo sirio».
Pedersen, que se encuentra en Damasco desde ayer y tiene «programados numerosos compromisos en los próximos días», sin dar más detalles, abordó con ambos líderes «la necesidad de una transición política creíble e integradora, dirigida y controlada por los sirios, basada en los principios de la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas».
La resolución 2254, de 2015, insta a un proceso político dirigido por el pueblo sirio y auspiciado por la ONU para salir de la crisis que ya entonces vivía el país árabe, así como a la formación de un Gobierno creíble y legítimo, de un calendario y un proceso para redactar una nueva Constitución.
El enviado especial informó también sobre los «resultados de la Reunión Internacional de Aqaba sobre Siria» celebrada el pasado sábado.
En esa reunión, altos representantes de Estados Unidos, Francia, Turquía y ocho países árabes, además de Naciones Unidas y la Unión Europea (UE) manifestaron su «unánime» apoyo a un «proceso político inclusivo» en Siria, sin «terrorismo» y sin «exclusión» a ninguno de los componentes del país árabe.
Pedersen también fue informado durante sus reuniones en Damasco de «sus retos y prioridades», se apunta en la nota, que tampoco da más detalles.
Anteriormente, Al Charaa -jefe del grupo islamista Organismo de Liberación del Levante que derrocó al régimen de Al Asad y cuyo grupo es heredero de la exfilial siria de Al Qaeda- abordó con Pedersen la importancia de proporcionar un «entorno seguro para el retorno de los refugiados» en la nueva Siria sin Bachar.
También subrayó la necesidad de «revisar la Resolución 2254 debido a los cambios ocurridos en la escena política, lo que hace necesario actualizar la resolución para adaptarla a la nueva realidad».
El pasado 8 de diciembre cayó el régimen de Bachar al Asad tras 24 años de mano de hierro en el país árabe por una ofensiva de una coalición insurgente que duró tan sólo doce días y liderada por Al Charaa.