Getafe (Madrid), 25 sep (EFE).- Acostumbrado a gozar de una gran solidez defensiva con José Bordalás en el banquillo, el Getafe ha perdido parte de su fortaleza en la zaga y acumula los peores datos anotadores en contra en las seis primeras jornadas con el técnico alicantino al frente del conjunto azulón.
Los cuatro tantos que recibió de la Real Sociedad este domingo, elevaron hasta once la cifra de goles encajados por el Getafe después de la disputa de los seis primeros partidos de Liga. Nunca antes, en los cinco cursos que Bordalás ha dirigido al Getafe en Primera División, recibió una cifra tan significativa de goles.
En media docena de partidos, el Getafe ha conseguido mantener la portería a cero en dos ocasiones: frente al Barcelona (0-0) y contra el Alavés (1-0). En el resto de encuentros, David Soria siempre ha tenido que recoger en alguna ocasión la pelota de la red de su portería. En concreto, lo hizo tres veces contra el Girona, dos frente al Real Madrid y Osasuna y otras cuatro ante la Real Sociedad.
Peores cifras en las cinco temporadas de Bordalás
Esa sangría goleadora se aleja de los buenos datos de las campañas en las que Bordalás ocupó el banquillo del Getafe desde el principio del curso. Los datos, son contundentes: en la temporada 2017/18, el Getafe encajó cinco goles en sus seis primeros partidos, los mismos que en la 2018/19 y en la 2020/21, la última de Bordalás en el banquillo azulón antes de su regreso.
Sólo en el curso 2019/20, el Getafe de Bordalás dio un pequeño bajón defensivo para acercarse a las cifras de su irregular inicio de este año. Aquella temporada, el Getafe recibió nueve goles en las seis primeras jornadas, pero acabó en una digna octava plaza al borde de los puestos europeos pese a jugar tres competiciones (también participó en la Liga Europa y en la Copa del Rey).
Sin embargo, los cuatro tantos que encajó el Getafe ante la Real Sociedad que provocaron la derrota de su equipo (4-3), abrieron los ojos a Bordalás, que es consciente de un problema que puede lastrar a su equipo esta temporada:
«Nos tiene que servir para intentar mejorar, no podemos encajar tantos goles. Si encajas así no puedes ganar. Lo siento por los chicos, tenemos que mejorar y no tengo ninguna duda de que lo haremos. A nivel defensivo hemos concedido sin quitarle mérito a la Real. Hay momentos que desconectamos y nos cuesta muy caro, nos cuesta goles que hace no sumar», dijo en rueda de prensa.
Poco tiempo para encajar todas las piezas
Una de las probables causas de este bajón defensivo del Getafe en los primeros compases del curso ha sido que su entrenador no ha podido contar con todas sus piezas hasta hace apenas dos jornadas. Uno de sus fichajes este verano, José Ángel Carmona, se lesionó durante la pretemporada y no pudo debutar hasta la quinta jornada frente Osasuna.
El lateral sevillano rindió a gran nivel (gol incluido) en su estreno y Bordalás le utilizó por delante de Damián Suárez como doble lateral en la zona derecha. Pero es en el otro lado, en la izquierda, donde ha tenido más problemas. Sin confianza en el argentino Fabrizio Angileri, alternó al central uruguayo Gastón Álvarez y al diestro Juan Iglesias para ocupar esa posición.
La llegada de Diego Rico sobre la bocina al final del mercado de verano permitió a Bordalás contar con el jugador de la Real Sociedad para la cuarta jornada. Como Carmona, debutó ante Osasuna y su proyección ofensiva ha dado muchos réditos al Getafe, que se ha aprovechado de tres asistencias de su nuevo jugador para engrosar sus datos anotadores.
Y, en el centro de la defensa, las ausencias por lesión de Mauro Arambarri y de Luis Milla han obligado a Bordalás a colocar a su central de mayores garantías en su anterior época en el Getafe en el centro del campo. Djené Dakonam ha jugado todos los partidos de medio centro junto a Nemanja Maksimovic y ha dejado parte de la zaga en manos de Domingos Duarte, Stefan Mitrovic y Omar Alderete.
Djené ha cumplido con nota en una posición que no es la suya. Ahora, con Arambarri recuperado y afinando su puesta a punto, Bordalás podrá en breve tener la opción de decidir la futura posición del jugador togolés. Al técnico alicantino le gusta cómo se maneja en el centro del campo, pero ante la sangría que sufre atrás, podría devolver a Djené a su zona natural.
Al fin y al cabo, Bordalás deberá hacer algún cambio para mejorar defensivamente porque algo ocurre con su Getafe, acostumbrado a echar el cerrojo para encajar muy pocos goles. Si no quiere sufrir esta temporada, deberá volver a meter la llave y cerrar de nuevo un candado que se ha abierto de forma inesperada para mermar las capacidades de un equipo cuya fortaleza defensiva debe crecer para evitar sustos en el futuro.
Juan José Lahuerta