Buenos Aires, 5 ene (EFE).- El Gobierno de Argentina está contra «la pesca ilegal», pero a favor «del orden y la competencia», aclaró este viernes el portavoz de la Presidencia, Manuel Adorni, saliendo al paso de las críticas que ha generado en algunos sectores políticos y gremiales las medidas liberalizadoras de Javier Milei en materia pesquera.
El vocero del Gobierno consideró «una mala interpretación» la que se ha hecho del proyecto de Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, conocida como ‘ley ómnibus’, que el mandatario envió al Congreso el 27 de diciembre y que, entre otros aspectos, modifica la regulación de la actividad pesquera.
«El espíritu de toda la ley, y del apartado de pesca en particular, es promover la libertad, la competencia y que aumente la producción pesquera», indicó Adorni.
Este jueves, el ministro del Interior, Guillermo Francos, y el gobernador de la provincia patagónica de Chubut (sur), Ignacio Torres, mantuvieron una reunión sobre la situación de «depredación» de las costas argentinas por parte de flotas pesqueras internacionales.
«No sólo se reunieron por la interpretación de la ley, sino que además se habló de una agenda de trabajo en términos de seguridad y defensa para evitar que haya depredación en el mar argentino, como es de público conocimiento. Estamos en contra de la pesca ilegal, pero sí a favor del orden y la competencia y de que la producción aumente», enfatizó el portavoz.
La conocida como ‘ley ómnibus’ incluye una modificación de aspectos del Régimen Federal de Pesca de 1997 que afecta a la descarga en puertos argentinos, los cupos de captura y la contratación de personal, entres asuntos.
Representantes del sector pesquero expresaron su preocupación al conocerse el texto del ambicioso proyecto de la ley estrella del Ejecutivo de Milei, por considerar que Argentina está cediendo soberanía en los límites de la zona económica exclusiva de Argentina, a 200 millas náuticas de la costa de las provincias de Buenos Aires, Río Negro, Chubut y Santa Cruz.
Tras la reunión mantenida entre el ministro Francos y el gobernador Torres, la autoridad chubutense expresó su tranquilidad y aclaró que «el espíritu de la ley no va contra eso (la soberanía del mar argentino)».
Cientos de buques pesqueros internacionales, la mayoría de origen asiático, faenan desde hace décadas en los límites de esa zona de exclusión, en busca de calamares, merluzas y langostinos, sin rendir cuentas a las autoridades argentinas, provocando enormes daños ecológicos y restando oportunidades de empleo a los trabajadores locales.
Una de las principales denuncias es que en esa zona muchas embarcaciones desconectan el sistema de identificación automática (AIS), para evitar ser localizadas.