El Gobierno keniano pide a los jóvenes que paren las protestas tras sus concesiones

Imagen de archivo del presidente de Kenia, William Ruto.EFE/EPA/STR

Nairobi, 18 jul (EFE).- El Gobierno de Kenia pidió este jueves a los jóvenes kenianos que dejen de protestar tras las concesiones y los cambios hechos por el presidente del país, William Ruto, después de semanas de movilizaciones masivas que empezaron para oponerse a una subida de impuestos pero se transformaron en antigubernamentales.

«Hacemos un llamamiento apasionado a nuestros niños y nuestros jóvenes para que reconsideren sus planes de celebrar manifestaciones ya que se ha accedido a lo que estaban pidiendo», declaró en una rueda de prensa en Nairobi el portavoz del Ejecutivo keniano, Isaac Mwaura.

Además, Mwaura argumentó que «estas manifestaciones han sido infiltradas por matones cuyo objetivo es desestabilizar la paz y la prosperidad del país».

El portavoz aseguró que, según la Hacienda keniana, las manifestaciones han provocado pérdidas de 6.000 millones de chelines kenianos (unos 42 millones de euros), una cifra que EFE no ha podido verificar.

Asimismo, alertó sobre el posible impacto negativo que sufriría la economía del país si se mantienen las convocatorias.

«El Gobierno reafirma que tanto el presidente como el conjunto del Gobierno ha escuchado vuestras voces fuertes y claras y que estamos listos para resolver vuestras preocupaciones, tal como demuestran los recientes acontecimientos», añadió Mwaura.

El portavoz hizo así referencia a la retirada del polémico proyecto de ley que motivó inicialmente las protestas y a la posterior disolución el pasado día 11 por parte de Ruto de todo su Gobierno, excepto el ministro de Asuntos Exteriores y el vicepresidente.

A principios de julio, el mandatario anunció además una batería de medidas de austeridad, incluyendo la «disolución» de 47 corporaciones estatales o la suspensión de todos los viajes no esenciales de funcionarios estatales y públicos.

Estas medidas, sin embargo, no han puesto fin a las protestas iniciadas el pasado 18 de junio, que han seguido celebrándose tras las concesiones de Ruto, aunque con menos participación y centradas ahora en pedir la dimisión del presidente.

Las movilizaciones, sin líderes definidos e impulsadas sobre todo en redes sociales por jóvenes de la ‘generación Z’ (nacidos entre mediados de los noventa y la primera década del siglo XXI), han sido fuertemente reprimidas por las fuerzas de seguridad, que dispararon gases lacrimógenos, pelotas de goma e incluso munición real contra los manifestantes.

Así, al menos 50 personas han muerto, según la entidad reguladora Comisión Nacional de Derechos Humanos de Kenia (KNCHR), mientras 413 han resultado heridas y se han registrado 59 desapariciones forzosas.

Esta es la peor crisis de Ruto desde que llegó al poder en septiembre de 2022.

Kenia, estrecho aliado de Occidente, destaca como una de las economías de más rápido desarrollo de África, pero las desigualdades persisten y uno de cada tres kenianos sobrevive con apenas dos dólares al día, según el Banco Mundial.