Cracovia (Polonia), 3 oct (EFE).- El ministro polaco de Exteriores, Zbigniew Rau, justificó su ausencia de la reunión de ministros de la Unión Europea (UE) que se celebró este lunes en Kiev con el «declive de las relaciones bilaterales» que atraviesan Polonia y Ucrania.
En declaraciones a la televisión polaca, Rau explicó que «en la política bilateral entre países hay períodos de auge y de declive», y agregó que «actualmente» los vínculos entre Varsovia, hasta ahora uno de los principales valedores de Ucrania ante la invasión rusa, y Kiev están «entrando en un período de declive».
«Mi ausencia allí es, en parte, una expresión de eso», añadió el ministro anoche.
Rau, que a pesar de estar convaleciente de covid asistió a un mítin electoral el domingo, decidió no participar en la reunión de ministros de Exteriores de la UE, encabezada por el alto representante para política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, y a la que acudieron los titulares de España, Alemania y Francia, entre otros.
La representación polaca recayó por el contrario en Wojciech Gerwel, subsecretario del Ministerio, «un rango que no es demasiado bajo», en palabras de Rau.
En la entrevista televisiva, el ministro polaco especificó los tres puntos que, en su opinión, definen las relaciones entre Polonia y Ucrania: «en primer lugar, y el más importante, es el interés geoestratégico, que es común y se basa en derrotar a Rusia».
«Una segunda dimensión son los intereses nacionales, y aquí tenemos opiniones divergentes y malentendidos, como el asunto del tránsito de cereales ucranianos por Polonia», explicó Rau.
«El tercer punto es que, para que la cooperación pueda llevarse a cabo de manera duradera y estable, hay que contar con el apoyo de la sociedad, es esencial», afirmó el ministro, que aludió a la forma en la que el presidente ucraniano denunció una supuesta falta de solidaridad polaca ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Esto «despertó la desconfianza de los polacos, les impactó de manera que han perdido su confianza en la política del Gobierno ucraniano», aseveró.
Las tensiones por la exportación de productos agroalimentarios ucranianos y su efecto sobre el mercado polaco se recrudeció el mes pasado, cuando Varsovia decidió prolongar unilateralmente su veto después de que expirasen las restricciones europeas al respecto.
A consecuencia de ello, las relaciones ente ambos países han sufrido un enfriamiento, y el Gobierno polaco anunció que no seguirá donando material militar a Ucrania, además de amenazar con retirar los subsidios y ayudas sociales al aproximadamente millón de refugiados ucranianos asentados en Polonia.
«Después de lo ocurrido, volver al punto de partida requerirá esfuerzos titánicos», dijo Rau.