El Gobierno retirará definitivamente la reforma registrada en el Congreso para rebajar las mayorías exigidas para elegir al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), una iniciativa que podría haber dejado al PP fuera de la renovación del órgano de gobierno de los jueces y que despertó preocupación en Bruselas
El Gobierno retirará definitivamente la reforma registrada en el Congreso para rebajar las mayorías exigidas para elegir al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), una iniciativa que podría haber dejado al PP fuera de la renovación del órgano de gobierno de los jueces y que despertó preocupación en Bruselas.
El año pasado, después de que el Consejo de Europa y la Comisión Europea advirtieran al Ejecutivo de que iban a vigilar de cerca esa reforma, el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, decidió dejarla en suspenso y ayer lunes el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, prometió a la vicepresidenta de la Comisión Europea para Valores y Transparencia, Vera Jourová, que la retirarían.
Tras la reunión del Consejo de Ministros, Campo ha anunciado este martes que el Gobierno va a pedir esa retirada al PSOE y Unidas Podemos, que fueron quienes las registraron, y ha advertido de que a los populares se les han acabado las «excusas» para no sentarse a negociar la renovación de un órgano que lleva ya más de dos años en funciones.
«Renovaremos los órganos constitucionales cuando Sánchez acepte reforzar la independencia judicial y respetar la separación de poderes», ha respondido a través de Twitter el líder del PP, Pablo Casado, quien ha culpado al PSOE de ser «el que bloquea y degrada las instituciones».
En la misma red, la portavoz parlamentaria de los populares, Cuca Gamarra, ha denunciado que la reforma atacaba la separación de poderes y que el Gobierno se ha visto obligado a retirarla por la presión ejercida por el PP
La iniciativa, que habría permitido elegir a los nuevos vocales del CGPJ con mayoría absoluta del Parlamento, frente a los tres quintos exigidos ahora, suscitó recelos desde un primer momento en Bruselas y la vicepresidenta de la Comisión Europea le reiteró ayer a Campo que esperaba su retirada.
Jourová sí consideró acorde con el Estado de derecho la reforma que impulsaron después el PSOE y Podemos -y que ya está en vigor- para impedir que el CGPJ haga nombramientos mientras esté en funciones, iniciativa planteada también con el objetivo de forzar al PP a negociar si no quiere que muchos cargos judiciales pueden quedar indefinidamente vacantes.
Campo ha reconocido que la reforma generó «revuelo» y ha enmarcado su retirada en la necesidad de evitar distracciones y centrar todos los esfuerzos en mejorar la eficiencia de la Justicia.
Ha insistido en que la renovación del CGPJ es «absolutamente urgente» y ha instado al PP a «dar un paso atrás» en su estrategia de bloqueo, pero no ha respondido cuando se le ha preguntado si el Gobierno está dispuesto a retirar la candidatura del juez José Ricardo de Prada.
Los populares se levantaron el pasado febrero de la mesa de negociación por ese nombre, ya que lo consideran una propuesta de Podemos y se niega a negociar con ese partido.
La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, de Podemos y sentada este martes al lado de Campo en La Moncloa, ha acusado al PP de estar «en rebeldía con el cumplimiento de la Constitución» y se ha mostrado convencida de que si fuera el Gobierno el que bloqueara la renovación «sería un auténtico escándalo democrático»
En un primer momento, el presidente del grupo de Unidas Podemos en el Congreso, Jaume Asens, ha señalado que desconocía el anuncio del ministro de Justicia y ha indicado que no estaba de acuerdo en retirar la reforma hasta que no hubiera una propuesta alternativa, pero más tarde ha rectificado señalando que había asido un malentendido y recordando que la iniciativa llevaba ya meses congelada.
Fuentes del Ejecutivo han confirmado que el PSOE y Podemos están de acuerdo en el paso que se va a dar, y convencidos de que lo importante es evidenciar que el CGPJ no se renueva «por la obcecación del PP».
La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha aplaudido que el Gobierno se haya echado atrás «con la infamia de la reforma deL CGPJ» y ha recordado que ella personalmente se entrevistó el pasado enero con la vicepresidenta de la CE para trasladarle su inquietud, como también han hecho tres de las cuatro asociaciones de jueces.
A su juicio, ahora deben mover ficha el PP y el PSOE y dejar de «repartirse» los jueces, dejando que sean esos profesionales quienes elijan a la mayoría de los vocales del CGPJ.
Fuente: © EFE 2021
