Barcelona, 11 jul (EFE).- La compañía norteamericana The Wooster Group llega al Teatre Lliure de Montjuïc del 13 al 15 de julio para ofrecer la obra «The B- Side: ‘Negro Folklore from Texas State Prisons'», en la que ofrece una reinterpretación en vivo de un álbum de folk grabado en 1965 en una prisión de Texas por reclusos de color.
En el espectáculo, que forma parte de la programación del festival Grec, The Wooster Group y Eric Berryman han creado un montaje que, a través de canciones de trabajo, de blues y espirituales, interpretadas a capella, explica historias de un grupo de prisioneros que vivieron en granjas penitenciarias de Texas segregadas racialmente.
El ciclo de canto revela cómo sobrevivieron estos hombres condenados a trabajos forzados tejiendo vínculos a través de la música, ha explicado este lunes en Barcelona Kate Valk, directora de este espectáculo, que se presenta por primera vez en Europa.
El espectáculo que se verá en Barcelona nació cuando Eric Berryman, que en ese momento trabajaba en una tetería pero que también era un actor con una gran voz, atendió la mesa en la que estaba Kate Valk, fundadora de The Wooster Group.
Berryman le planteó crear un espectáculo a partir de un disco de su colección, lleno de temas de canciones de trabajo y de blues grabados en 1965 por un grupo de internos negros en una de las granjas-prisión de la época en el estado de Texas.
Valk decidió dar una oportunidad al proyecto y así nació «The B-Side», un montaje en el cual los intérpretes escuchan en directo, mediante auriculares inalámbricos, los temas del disco, mientras ellos mismos van reproduciendo la escena, así como las reflexiones y los comentarios que los mismos internos grabaron.
La obra revive un momento poco conocido de la música folk norteamericana, añadiendo al aspecto sonoro una dimensión escénica.
Además, han precisado sus protagonistas, el espectáculo se ha servido del contexto que proporciona el libro «Wake Up Dead Man: Hard Labor and Southern Blues», una obra de Bruce Jackson, el folclorista americano que grabó el disco original y que hoy es un reputado profesor de la Universidad de Buffalo.
Para la directora, lo importante es que «no hubiera ficción, que los hombres estuvieran fingiendo o tratando de representar a los hombres del álbum; son ellos mismos quienes analizan a través de su cuerpo el texto de esta música y dejan que el pasado aflore e invitan al espectador a que reflexionen desde el presente sobre ese pasado».