Madrid, 1 oct (EFE).- La población de halcón peregrino ('Falco peregrinus') en la ciudad de Madrid se ha afianzado y su tendencia es a «aumentar», con nueve parejas reproductoras instaladas en la capital en 2023, una más de las que se tenía constancia.
Desde que fue localizada en los años noventa del siglo pasado la primera pareja reproductora en el entorno del edificio BBVA, cerca del estadio Santiago Bernabéu, la población urbana de Madrid de origen silvestre no ha dejado de crecer («al menos nueve parejas») de forma natural e incluso se ha ampliado a otras poblaciones como Leganés, Alcalá de Henares, Alcorcón, Alcobendas, Parla y Valdemoro, donde hay seis parejas, según la asociación Halcones Urbanos.
«No todas ellas consiguen reproducirse con éxito, pero mantienen el territorio año tras año y su número no deja de aumentar», destacan Arantza Leal, Carlos Ponce y Óscar Magaña, fundadores en 2022 de Halcones Urbanos, en un artículo publicado en la revista 'Quercus'.
Los tres expertos en aves no descartan que haya alguna pareja urbana más en la Comunidad de Madrid. «La de Valdemoro apareció hace apenas dos años y este año hemos estado buscando dos nuevas parejas, pero hasta que realmente las tenemos localizadas, en cuanto a zona de cría, no las damos como ciertas», explica a EFE Arantza Leal.
«Año tras año aumenta el número de parejas reproductoras y mejoran los datos sobre la productividad de pollos», sostienen en el artículo, en el que indican, además, que tampoco parece que haya problemas para reemplazar a los adultos cuando alguno de ellos se pierde por cualquier causa.
Según sus datos, de los nueve pollos marcados en tres nidos durante el año 2011, se ha pasado de un máximo de treinta pollos marcados de quince parejas en 2023.
«Toda la información recabada durante estos años de seguimiento de la especie corrobora que no es necesario introducir halcones peregrinos en la Comunidad de Madrid, ya que su población está aumentando de forma natural», explica la asociación Halcones Urbanos, que se ocupa de forma altruista de estudiar y conservar las aves falcónidas de los entornos urbanos.
De albergar el tercer núcleo reproductor de la especie en toda la Comunidad Autónoma, la ciudad de Madrid ha pasado a ocupar ahora el segundo puesto, solo por detrás del núcleo denominado Sierra, enclavado en la Sierra de Guadarrama, y por delante del llamado Campiña, que comprende los cortados fluviales de los ríos Henares, Jarama y Tajo, destacan desde la asociación.
«Los biocidas entran en la cadena alimentaria. Al ser los halcones depredadores y por tanto estar en la cúspide de la cadena, los tóxicos se acumulan y pueden llegar a provocar infertilidad y fracaso reproductor», indica Leal como principal amenaza de esta rapaz, conocida como una de las aves más rápidas del mundo, ya que puede llegar a alcanzar una velocidad de más de 300 kilómetros por hora en vuelo en picado.
Advierte, además, de que «se sigue produciendo expolio» de los nidos, ya que el halcón peregrino es una especie muy apreciada por los cetreros y, aunque su extracción del medio es ilegal, «aún se dan casos aislados para su tráfico».
Asimismo, señala los problemas con la caza ilegal, especialmente en periodo de media veda, un momento en el que cada año entran a los centros de recuperación ejemplares tras recibir disparos.
En el medio urbano, añade, los problemas que pueden tener los halcones son consecuencia de «molestias humanas», ya que pueden llegar a criar en jardineras y terrazas, así como de choques contra ventanas y edificios.