La Fundación Humana ha concluido la primera campaña de su huerto social en Leganés, que inicio en el año 2014. Durante este tiempo, estos 1.200 metros cuadrados en Camino de Polvoranca han servido para que una docena de activistas reciban formación teórica y práctica sobre agricultura sostenible y luego cultiven sus propias verduras.
Tres son los objetivos: por un lado el autoconsumo para los usuarios, además inculcar en ellos valores de consumo responsable y por otro la ayuda a la Asociación La Libélula de Fuenlabrada.
Estos huertos han servido para establecer lazos sociales y de colaboración entre los diferentes usuarios
Elena Martín, la técnica agrícola del huerto, explica que además ha servido para establecer lazos sociales y de colaboración entre los usuarios. “Esto surge de otro proyecto que se desarrolla en África, donde enseñamos cómo alimentarse de manera saludable”, nos ha contado Carlos y Ana, dos de los usuarios, han destacado todos estos valores y beneficios. “Yo soy de ciudad y no tenía ni idea de todo esto. He aprendido desde cero y me gustaría, en el futuro, tener mi propio huerto”, explicaba Ana, mientras que Carlos remarcaba el valor “ecológico” de esos cultivos.
Ahora, a partir del mes de enero nuevos vecinos empezarán su participación en el proyecto.
Huerto solidario
El trabajo con la Asociación La Libélula de Fuenlabrada ha servido para conseguir alimentos para las personas beneficiarías (una veintena en Fuenlabrada) pero a la vez para que esas mismas personas acudieran allí, cultivaran la tierra e incluso consiguieran excedentes para poder repartir para los más cercanos. “Parte era para su consumo, parte para el centro y además han compartido con amigos y familiares”, explicó Jonás Espinosa, de la asociación.
Junto con ello parte de los excedentes de los usuarios ha servido para ayudar al comedor ‘Paquita Gallego’.