El mentor político de Meloni, condenado a más de dos años de cárcel por lavado de dinero

El expresidente de la Cámara de Diputados y exministro de Exteriores Gianfranco Fini, en el centro de la imagen, durante la lectura de la sentencia de un tribunal de Roma que le condena a dos años y ocho meses de prisión por un delito de lavado de dinero. EFE/EPA/Angelo Carconi

Roma, 30 abr (EFE).- El Tribunal de Roma condenó este martes a Gianfranco Fini, mentor político de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, a una pena de dos años y 8 meses de prisión por un delito de lavado de dinero, al término de un largo juicio por irregularidades en la compra de una casa en Montecarlo.

Junto a Fini, que inició su carrera política en el posfascista Movimiento Social Italiano (MSI) y fundó en 1995 la derechista Alianza Nacional (AN), de la que Meloni fue su responsable juvenil, también ha sido condenada su compañera Elisabetta Tulliani, con una pena de 5 años de prisión, según los medios locales.

Además, recibieron penas de cárcel Giancarlo y Sergio Tulliani, hermano y padre de la pareja de Fini, sentenciados a 6 y 5 años, respectivamente. Todos ellos por el delito de lavado de dinero.

Según la Fiscalía, que investigó la compraventa de una casa de Montecarlo legada a AN por la condesa Annamaria Colleoni, la vivienda fue adquirida por Giancarlo Tulliani a través de una sociedad ‘offshore’ por 300.00 euros en 2008, mientras que la venta de la propiedad en 2015 generó 1,36 millones de euros.

«No me decepciona: no se me ha considerado responsable del reciclaje, evidentemente lo único que ha impedido absolverme fue la autorización para vender el apartamento, lo cual, evidentemente, no fue autorizado por mí. Me voy más tranquilo de lo que se puede pensar después de 7 años de juicios», dijo Fini a los medios al término de la audiencia.

El expresidente de la Cámara de Diputados (2008-2013) y exministro de Exteriores con el (2004-2006) bajo el Gobierno de Silvio Berlusconi, con el que formó la coalición Casa de la Libertad, de la que fue expulsado por discrepancias con el magnate en 2010, lamentó la falta de «diligencia» de la justicia.

«Es justo tener fe en la justicia, por supuesto, si fuera un poco más rápida. Después de tanto hablar, después de tanta polémica, de tantas acusaciones, de tanta denigración desde un punto de vista político, ¿de qué soy responsable? Por autorizar la venta. No tengo claro cuál es el delito», dijo.