El Museo del Diseño muestra la cerámica picassiana en el contexto de la tradición española

El Museo del Diseño exhibe desde este viernes un total de 93 piezas cerámicas realizadas por Picasso, de las que 16 fueron donadas por el propio pintor a los Museos de Arte de Barcelona en 1957, muestra que se enmarca en la celebración del 50 aniversario de la muerte del artista malagueño. EFE/Alejandro García

Jose Oliva

El Museo del Diseño exhibe desde este viernes un total de 93 piezas cerámicas realizadas por Picasso, de las que 16 fueron donadas por el propio pintor a los Museos de Arte de Barcelona en 1957, muestra que se enmarca en la celebración del 50 aniversario de la muerte del artista malagueño. EFE/Alejandro García

Barcelona, 30 jun (EFE).- Las 16 piezas de cerámica que Pablo Picasso donó a Barcelona en 1957 se exhiben desde hoy en el Museo del Diseño en la exposición «La voluntad de Picasso», que pone en contexto la influencia que la tradición española en este arte ejerció en el artista malagueño.

El Museo del Diseño exhibe desde este viernes un total de 93 piezas cerámicas realizadas por Picasso, de las que 16 fueron donadas por el propio pintor a los Museos de Arte de Barcelona en 1957, muestra que se enmarca en la celebración del 50 aniversario de la muerte del artista malagueño. EFE/Alejandro García

En la exposición, junto a las 16 piezas de cerámica del artista, la primera gran donación colectiva que hizo a Barcelona, se pueden contemplar más de 80 piezas, que son una selección de las que el propio Picasso pudo ver en la muestra «La Céramique Espagnole, du XIIIè siècle à nos jours» en el Palais Miramar de Cannes (Francia).

Isabel Cendoya, comisaria de la exposición junto con Isabel Fernández del Moral, ha explicado a EFE que «La voluntad de Picasso» subraya «la importancia de estas piezas en la obra cerámica picassiana y, por primera vez, se establece un diálogo con las piezas donadas por el pintor malagueño, y el contexto de la celebración del cincuentenario de su muerte era un momento propicio».

La muestra está organizada en cuatro secciones temáticas, cada una con su propia narrativa, comenzando por la primera, titulada «¿Pero es posible que hayan hecho esto antes que yo?», la famosa exclamación de Picasso al ver la selección de cerámicas en la exposición de Cannes.

Este descubrimiento y el encuentro con Lluís Maria Llubià, el conservador de cerámica en aquel entonces, propiciaron la donación de las obras cerámicas a los Museos de Arte de Barcelona, con la condición de que se expusieran en el plazo de seis meses.

En una segunda sección se recrea la exposición de Cannes con una selección de obras de la colección del Museo del Diseño para transmitir la influencia que tuvo en Picasso y en su obra.

Entre las piezas aquí expuestas figuran piezas de cerámica española desde la época medieval hasta obras del siglo XX, entre ellas un lebrillo de Paterna del siglo XIV, que se exhibió en Cannes y que salía por primera vez de España entonces, en el que se inspiró Picasso el 4 de abril de 1957 para realizar un plato español con la representación de la sardana y un escudo barrado que ocupa el centro del plato.

También se pueden ver una fuente del siglo XIII-XIV y otro lebrillo del siglo XIV, ambos de Paterna, y un plato del siglo XIV de Barcelona, y otros ejemplares de Manises de los siglos XVII-XVIII y de la Real Fábrica de Loza Fina y Porcelana de L’Alcora (1749-1858), así como un catálogo de la exposición de Cannes de 1957.

Bajo el título «Historia de una donación», un tercer apartado da a conocer la documentación recopilada por las comisarias relacionada con la donación de Picasso y el papel fundamental que jugó Lluís Maria Llubià.

Entre los documentos destacados se encuentra un diario de Llubià, titulado «Actividades del ceramólogo», en el que detalla todo el proceso para conseguir la donación de las obras de Picasso, la carta del pintor en la que establece como condición para la donación que sean expuestas en el plazo de seis meses junto con una selección de las obras que había visto en Cannes, y además, reproducciones de fotografías de las exposiciones de cerámicas de Picasso en diferentes momentos y lugares.

Un último espacio establece un diálogo directo entre las 16 piezas donadas y una selección del fondo de cerámica histórica del museo: «Este diálogo habla del conocimiento que Picasso tenía de la técnica y la simbología de la cerámica tradicional, pero también de cómo, partiendo de formas y procesos del pasado, plasmaba sus inquietudes y su repertorio iconográfico, utilizando la cerámica como un soporte más de su producción artística».

Según Cendoya, «en estas cerámicas picassianas se resumen todos los grandes temas que Picasso trató en su trayectoria, desde el circo, al pintor y la modelo, desde los animales mitológicos a los peces, pasando por la tauromaquia o la familia».

Esa traslación de la cerámica tradicional española a su propia creación se puede comprobar en ejemplos como una jarra de 1951 inspirada en otra de los siglos XII-XIII de Al-Andalus; un alfardón con una escena de tauromaquia que reproduce la forma hexagonal del azulejo del siglo XIII de Barcelona; una jarra en la que pinta a una familia a imitación de un bote de farmacia de Paterna del siglo XV; o en el cántaro «Sirena» (1957) con equivalentes en piezas arqueológicas.