Tarragona, 10 dic (EFE).- El Nàstic de Tarragona asegura que hay indicios de que el árbitro Eder Mallo Fernández amañó el partido del ‘play-off’ de ascenso a Segunda División contra el Málaga, disputado en el Nou Estadi el pasado 22 de junio, y por ello ha presentado una querella contra el colegiado, en la que lo acusa de los delitos de corrupción en el deporte y falsedad documental.
El equipo andaluz ascendió tras empatar (2-2) en el último suspiro del tiempo añadido de la prórroga y hacer buena su victoria por 2-1 en la ida en el estadio de La Rosaleda.
El Nàstic ha decidido recurrir a la vía penal después de contratar una investigación de la agencia de detectives Método 3, que concluye que Mallo Fernández actuó de forma «premeditada» contra el conjunto tarraconense. Las indagaciones se centran en episodios previos, durante el partido y posteriores y cuentan con audios y testimonios.
«No sabemos qué motivó al árbitro a actuar así, pero tuvo de premio ascender a Segunda División», ha afirmado este marte en rueda de prensa el consejero y responsable legal del Nàstic de Tarragona, Antoine Jordà.
Jordà ha señalado que el arbitraje fue totalmente parcial a favor del Málaga y se ha quejado de la expulsión «injusta» del central catalán Nacho González en el minuto 63. O de que el colegiado parase el partido durante varios minutos en la prórroga «sin avisar al delegado de campo, porque desde la grada habían tirado cuatro balones al campo».
El consejero de la entidad grana ha criticado también que el descuento en el segundo tiempo de la prórroga fue excesivo. «Estoy convencido de que si el Málaga no hubiera marcado, seguiríamos jugando ahora», ha ironizado.
«El arbitro arregló el partido pitando una serie de faltas y sacando unas tarjetas para que la naturaleza hiciese después su trabajo, pero se encontró con un imprevisto: el Nàstic marcó dos goles con un jugador menos y tuvo que tomar decisiones inexplicables», ha subrayado Jordà.
De hecho, añade, en el descanso de la prórroga -con el Nàstic ganando 2-0-, Mallo Fernández «pidió, balbuceando, un relajante muscular porque decía que estaba muy nervioso».
«No se entiende que estuviera nervioso con el equipo local ganando y un ambiente festivo en el campo, a no ser que estuviera escondiendo algo», ha reflexionado.
El Nàstic sostiene además que el colegiado mintió en el acta del partido, en la que reflejó que había sufrido amenazas de muerte y había tenido por su integridad física. De hecho, tuvo que salir del estadio escoltado por la policía. «La versión del árbitro contradice el informe policial», ha asegurado Jordà.
A raíz del acta, el juez disciplinario único para competiciones no profesionales de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) sancionó al Nàstic con cuatro partidos de clausura de su estadio, así como una multa de unos 9.000 euros.
Fermín Morales, catedrático de Derecho Penal que ha elaborado la querella, ha apuntado que, de fructificar la misma, el árbitro podría enfrentarse a penas de privación de libertad e inhabilitación.
«Hemos presentado la querella en los juzgados de Tarragona y estamos a la espera de saber si se admite a trámite. Esperamos que la Fiscalía nos apoye», ha dicho Morales, quien espera conocer si el proceso sigue adelante «en unas semanas».
Según Morales, la pérdida de la eliminatoria contra el Málaga ha supuesto un grave perjuicio económico para el Nàstic, que no ha podido ingresar 5 millones de euros en concepto de derechos de televisión por su participación en Segunda División y ha perdido unos 50.000 euros por el cierre del campo.
Finalmente, Jordà ha asegurado que han presentado esta querella para que la actuación de Eder Mallo Fernández «no quede impune» y para salvaguardar la dignidad del club y de la ciudad. «A nivel deportivo, no nos va a hacer que subamos de categoría», ha lamentado.
A través de la investigación de Método 3, Jordà ha destacado que tienen constancia de que el árbitro llegó a decir que «Tarragona es una ciudad de mierda» e incluso que el día antes del partido manifestó en un bar de Salou que «los Mossos d’Esquadra son la policía más corrupta del mundo».