El PP mantiene su batalla contra los indultos impulsado por los sondeos

Dos semanas después de la concesión de los indultos a los líderes del procés, el PP de Pablo Casado mantiene la dureza de su oposición al Gobierno y día tras día reclama la convocatoria de elecciones aupado por sondeos que le colocan primero y que los populares consideran un aval a su estrategia.

El principal partido de la oposición pidió la dimisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a raíz de la medida de gracia, y ha criticado también la mesa de diálogo o las alusiones del Gobierno a un referéndum sobre autogobierno y financiación.

El paso dado esta semana por el Govern de Cataluña, con la creación de un fondo de 10 millones de euros para ayudar a los 34 ex altos cargos a los que el Tribunal de Cuentas pide 5,4 millones de euros en fianzas, alientan otro argumento de los de Casado: los indultos son estériles y lejos de fomentar el diálogo envalentonan a un independentismo «insaciable».

En la bancada popular consideran que la polémica de los indultos se mantendrá porque el Govern no dará marcha atrás en su desafío al estado. Acusan a Sánchez de «blindar un segundo procés», en palabras de Casado, y acompañarán cada reivindicación del independentismo con el recordatorio de unos indultos que consideran el pago de un «peaje político».

Mantienen su rumbo fijo pese a los movimientos de su entorno. Han buscado hacer oídos sordos a la petición de Vox y de Ciudadanos para presentar una moción de censura a Sánchez porque los números, argumentan, sólo dan en las urnas y no aceptarán que ningún adversario les marque el paso.

También han rechazado con contundencia el respaldo de la patronal y de la Iglesia a la medida de gracia, con críticas explícitas a ambas instituciones, a pesar de que son tradicionalmente cercanas al electorado conservador.

Casado rechazó «presiones» de la CEOE y de la Conferencia Episcopal. Comparó al empresariado con una «platea subvencionada» y al BOE con un «yugo».

«Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios», dijo Casado sobre la Iglesia en una entrevista con La Razón, donde sostuvo que, como católico practicante, no se siente representado «por los obispos que sostienen que los indultos se pueden aceptar».

Un discurso duro en el que los populares se reafirman convencidos de que les respalda la mayoría de la sociedad porque, tras las indultos, siguen creciendo en las encuestas y, como recordó ayer Casado, llevan desde las elecciones madrileñas como líderes en intención de voto.

«Los españoles apoyan la oposición firme y responsable de Casado y enseñan a Sánchez la puerta de salida de Moncloa, más aún tras los indultos», destacaban en Génova ante el último sondeo de Sigma Dos para El Mundo.

A excepción del CIS, todos los pronósticos sientan al PP en la Moncloa, aunque, eso sí, con el apoyo de Vox y en elecciones que se sitúan a dos años vista.

La intensidad del discurso contra Sánchez también ha acarreado a Casado polémicas inesperadas, como la que provocó al definir la Guerra Civil como «un enfrentamiento entre quienes querían la democracia sin ley y quienes querían la ley sin democracia», obviando el golpe de estado.

Casado no se ha corregido a sí mismo y mantiene sus palabras, de las que sin embargo se ha desmarcado el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, que las considera una explicación «incompleta» puesto que la contienda fue «un golpe de estado», más allá de las tensiones previas a su estallido.

El dirigente gallego introdujo además matices a la posición del PP sobre Cataluña al abogar porque el PP ejerza como «oposición constructiva» ante un problema «crónico» que para Feijóo requiere de unidad de los dos principales partidos «sin palabras gruesas» y «sin añadir tensión».

Unas palabras que contrastan con el tono y con el fondo de Casado. En un marco económico, el líder de la oposición señaló este martes que el mensaje de salir de la crisis «juntos» debe ahora dar paso a decir «que hay otra forma de hacer las cosas».

Sus críticas a Sánchez, al que considera cómplice de las irregularidades del independentismo, se replican desde la Puerta del Sol, donde la presidenta Isabel Díaz Ayuso cuenta con el aplauso público del expresidente José María Aznar, que, como sus discípulos, apuesta por la dureza contra el Gobierno.

Fuente: © EFE 2021