Berlín, 22 abr (EFE).- ¿Cómo es ser un inmigrante español o latinoamericano en Berlín? Los problemas y choques culturales que enfrentan los recién llegados a la capital alemana son el hilo de «Ich bin_Berliner!», un proyecto del colectivo ESimprocine de cine improvisado en vivo que se rueda y se emite de forma simultánea.
«Ich bin_Berliner!» es la última película del colectivo de artistas ESimprocine, que se dedican a hacer películas y series con técnicas de teatro improvisado sobre las experiencias de inmigrantes españoles y latinoamericanos en Berlín.
La novedad de esta película, frente a otros proyectos anteriores de este grupo, es que es una obra de cine en vivo, que se rueda de forma simultánea a la emisión, con todos los desafíos técnicos y artísticos que esto conlleva.
Los actores improvisan sus escenas en diferentes lugares del centro cultural Brotfabrik de Berlín, que se proyectan directamente por transmisores wifi a una sala contigua en la que el público puede ver la película en directo mientras el director y el resto del equipo técnico coordinan la emisión desde la mesa de montaje.
El reto de rodar, editar, incluir la banda sonora y emitir de forma simultánea supone que no hay posibilidad de cortar, por lo que todo lo que sucede en vivo va directo a la película final.
«Una vez que decimos acción, ya no hay vuelta atrás. No se puede parar, no se puede cortar. Es todo un plano secuencia, es todo una película desde el principio hasta el final en la que no se puede cortar», explica Pedro Deltell, cineasta y uno de los directores de ESimprocine.
«Cualquier cosa que pueda pasar es bien recibida, y el público estamos seguros de que lo agradece también, porque se ve aún más la improvisación, la espontaneidad y el solucionar algo que sea un problema le da todavía más emoción», añade Gonzalo Piñán, actor y otro de los fundadores del grupo.
El cine en vivo es una novedad para todos los que trabajan en este proyecto, pero, señalan los directores, no está tan lejos de la filosofía del cine de improvisación y de lo que han venido haciendo antes.
«Nosotros hacemos cine de improvisación. Y una de las cosas más bonitas de la improvisación es que surge en el momento. Como no tenemos diálogos escritos ni repetimos siempre lo mismo, cada vez que lo hacemos es diferente. Por lo que películas improvisadas en vivo significa que cada película es completamente única y aunque la quisiéramos repetir no volvería a salir igual», afirma Deltell.
Rodada en inglés, alemán y español, «Ich bin_Berliner!» cuenta los problemas de adaptación a los que se enfrentan un grupo de españoles recién llegados a la capital alemana que se dan de bruces con la burocracia y los choques culturales de la sociedad berlinesa, una realidad que los impulsores del proyecto conocen bien.
«Problemas que pueden ser lo que se llama el Anmeldung (empadronamiento), por ejemplo, problemas financieros, problemas de pareja por no entenderse por el idioma o por las costumbres o por los tópicos que existen o que no existen y que se espera que existan. Intentamos que sea muy muy fiel a nuestras vidas y nuestros problemas como inmigrantes en esta ciudad», explica Deltell.
La improvisación de los diálogos es en cierto modo natural para los actores, pues muchos de ellos son inmigrantes españoles y latinoamericanos que se conocieron en la escuela berlinesa de improvisación en español ESimproescuela, de Gonzalo Piñán.
«Todo esto casi que volcarlo a veces no es intencionado. Es que lo llevamos dentro. Sale solo. Porque la impro lo bueno que tiene es que sale todo espontáneo. Como no te esperas las cosas, salen espontáneas», afirma Piñán, para quien «ser migrante significa que tus raíces no están aquí. Y entonces tienes que ver siempre si las echas, si haces que crezcan aquí, o si en algún momento te vas a ir. Tienes que tratar de vivir de una manera que siempre tu pensamiento está allí y aquí».
La película, que también se emitirá de forma simultánea por streaming, se exhibirá el sábado en el cine Babylon de la capital alemana, en el marco del festival de cine Achtung Berlin, a la espera, como explican los directores, de encontrar un productor o una televisión dispuestos a financiarlos para seguir contando las vidas de los jóvenes que llegan a Berlín. Lucas Tarancón