Washington, 27 sep (EFE).- El soldado Travis King se dirige ya a EE.UU. tras ser deportado este miércoles a China desde Corea del Norte, país al que había entrado de forma irregular en julio a través de la frontera con el Sur.
Con la mediación de Suecia, el régimen norcoreano expulsó al soldado estadounidense y lo envió a la ciudad fronteriza china de Dandong, donde fue puesto bajo custodia de Estados Unidos.
Posteriormente, fue trasladado a la ciudad de Shenyang, también en China, desde donde fue llevado en avión a la base militar estadounidense de Osan, en Corea del Sur, y ya se encuentra de camino a EE.UU., informó en una rueda de prensa el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
King, de 23 años, cruzó por sorpresa el pasado 18 de julio la Línea de Demarcación Militar (MDL, en inglés) entre las dos Coreas y entró sin permiso en territorio norcoreano, donde permaneció detenido 71 días.
El soldado, que prestaba servicio en Corea del Sur, iba a ser repatriado a Estados Unidos como medida disciplinaria por sus problemas con la Justicia surcoreana, pero escapó a Corea del Norte donde, según Pionyang, pidió un asilo que le fue denegado.
Una vez en suelo estadounidense, King pasará una evaluación médica y psicológica para un «proceso de reintegración» informaron altos cargos de Estados Unidos en una llamada con periodistas.
El Gobierno estadounidense expresó su agradecimiento a Suecia, país que cuenta con una embajada en Pionyang, por haber sido el «principal intermediario» entre Estados Unidos y Corea del Norte durante este proceso.
China, por su parte, desempeñó «un papel muy constructivo al facilitar su traslado» fuera de Corea del Norte, pero no participó en tareas de mediación, agregaron altos cargos de la Administración.
El régimen de Kim Jong-un anunció este miércoles la deportación del soldado estadounidense tras concluir una investigación del caso sobre la que no se han aportado mayores detalles.
Durante las pesquisas «Travis King confesó que entró ilegalmente» en Corea del Norte «porque albergaba resentimientos contra el maltrato inhumano y la discriminación racial dentro del ejército estadounidense», dijo la agencia estatal norcoreana KCNA.
Sin embargo, altos funcionarios estadounidenses afirmaron este miércoles que King «está muy feliz de regresar a casa y de reunirse de nuevo con su familia».
Desde que el soldado ingresó en territorio norcoreano, Pionyang tardó un mes en confirmar públicamente su detención y aseguró que el soldado había expresado «su deseo de pedir asilo» allí o en un tercer país.
Durante ese tiempo, Estados Unidos admitió dificultades para contactar con el Gobierno norcoreano, con el que no tiene relaciones diplomáticas, así como para verificar el paradero y estado de salud del soldado.
Antes de huir a Corea del Norte, King había pasado 48 días en una institución penitenciaria de Corea del Sur debido a que no pagó la multa que se le impuso en febrero por un incidente con la Policía en Seúl -pateó un coche policial en esta ciudad-.
El soldado iba a ser devuelto a Estados unidos pero escapó del aeropuerto de Seúl, donde debía tomar el vuelo a casa, según informó el Pentágono tras el incidente.