El Teatro Real vuelve a Nueva York con Falla y un deslumbrante Pablo Ferrández

El director Juanjo Mena presenta un concierto durante la Gala "El Teatro de Madrid retorna a Manhattan". EFE/ Angel Colmenares

Nora Quintanilla

El director Juanjo Mena presenta un concierto durante la Gala "El Teatro de Madrid retorna a Manhattan". EFE/ Angel Colmenares

Nueva York, 16 oct (EFE).- La Orquesta Sinfónica del Teatro Real de España volvió este lunes a Nueva York con un concierto dirigido por Juanjo Mena en el que la figura de Manuel de Falla estuvo muy presente pero deslumbró el violonchelista español Pablo Ferrández, que se lanzó a un «bis» entre ovaciones tras interpretar una obra del checo Antonín Dvořák.

La sala Geffen Hall del Lincoln Center, hogar de la Orquesta Filarmónica de Nueva York, que abrió este año tras una larga remodelación y presume de una espectacular sonoridad, fue el escenario elegido para una nueva presentación del Teatro Real tras el recital del año pasado en el famoso Carnegie Hall, parte de la internacionalización de esta institución española.

«El amor brujo» de Manuel de Falla, en su versión original de 1915, era el plato fuerte de la función y estuvo interpretado por la cantaora sevillana Esperanza Fernández, que hizo el escenario suyo derrochando pasión con esta obra a la que se entrega desde hace casi tres décadas, y que más tarde comentó a EFE haber sentido nervios pero salir «muy contenta» por la acogida.

Con vestido rojo y sin zapatos, la cantaora abrazó el sentir flamenco al que Falla dedicó esta partitura con un despliegue de floreo y braceo, e hizo suya aquella «canción de amor dolido» entonada hace más de un siglo por Pastora Imperio, recitando de memoria su historia de embrujos. «Una tiene que ser como es», comentó a posteriori.

El público que llenaba la sala también quedó visiblemente cautivado con la segunda pieza de la programación, que no era española: el concierto para violonchelo del checo Antonín Dvořák, quien quiso en su momento reivindicar la grandeza de ese instrumento, una tarea encomendada hoy al virtuoso español Pablo Ferrández, que no defraudó.

Ferrández ocupó su lugar en el centro de la Orquesta y, con los ojos cerrados y cara de concentración, interpretó sin necesidad de partitura la obra del checo, con una estructura clásica alimentada por ritmos bohemios; tal fue el aplauso que regresó a tocar la canción tradicional catalana «El cant dels ocells» con el violonchelo como único protagonista y se llevó otra ovación.

La noche empezó y terminó con dos obras que son reflejo de la influencia de Falla en la creación musical del siglo XX: la «Suite Panambi», compuesta por el argentino Alberto Ginastera con apenas 21 años, lo que le posicionó como una promesa, y las suites de «Daphnis et Chloé» del francés Maurice Ravel.

El buen ánimo del público, y de Mena, se apoderaron del David Geffen Hall cuando, al terminar esta última pieza de carácter exuberante, no hubo uno, sino dos «bises»: el bateo y el intermedio de la ópera «Goyescas», de Enrique Granados, en los que el director, divertido, marcó los compases con su batuta y con el pulso del baile popular vasco «zortziko» mientras señalaba, apremiante, su reloj.

La gala del Teatro Real, que incluyó una cena en el majestuoso «hall» del edificio, reunió a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que se encuentra en la ciudad para promocionar la cultura española y la inversión en Madrid; empresarias como la presidenta de El Corte Inglés, Marta Álvarez, o la diseñadora Carolina Herrera; y rostros conocidos de la ópera, como Joyce DiDonato o Federica Lombardi.

Esta mañana, en una rueda de prensa para presentar la gala, el director general del Teatro Real, Ignacio García Belenguer, dijo que el objetivo principal que se persigue en esta nueva gira es «posicionar la marca Teatro Real fuera de las fronteras fuera de Madrid y fuera de España» como parte de un proyecto diseñado para 5 años y que en su inicio en 2023 ya fue un éxito, aseguró.

Junto al director artístico del Teatro Real, Joan Matabosch, García Berenguer resaltó que el proyecto de internacionalización del Teatro Real tiene un impacto en la propia Orquesta Titular -salir es «una inyección de autoestima», afirmaron- y en los patrocinadores de la institución: los que ya les acompañan y los que pueden encontrar eventualmente.

Mañana, además, el Cuarteto de Solistas de la Orquesta del Teatro Real ofrecerá un concierto de música «100 % española» en la sede de la Americas Society, y la Fundación Ángel Orensanz acogerá espectáculos de la gira de «Authentic Flamenco» protagonizados por el bailaor Amador Rojas a finales de octubre y la bailaora Yolanda Osuna en noviembre, en la Fundación Ángel Orensanz.