Elefante, el yacimiento «secundario» de Atapuerca, pendiente de restos del primer europeo

La Sima del Elefante, el yacimiento "secundario" de la sierra de Atapuerca (Burgos), centra las miradas en la campaña de excavaciones de 2023 ante el posible descubrimiento de nuevos restos que completen el rostro del primer europeo, de nombre Pink, hallado el pasado verano. EFE/ Santi Otero

Burgos, 7 jul (EFE).- La Sima del Elefante, el yacimiento «secundario» de la sierra de Atapuerca (Burgos), centra las miradas en la campaña de excavaciones de 2023 ante el posible descubrimiento de nuevos restos que completen el rostro del primer europeo, de nombre Pink, hallado el pasado verano.

La Sima del Elefante, el yacimiento "secundario" de la sierra de Atapuerca (Burgos), centra las miradas en la campaña de excavaciones de 2023 ante el posible descubrimiento de nuevos restos que completen el rostro del primer europeo, de nombre Pink, hallado el pasado verano. EFE/ Santi Otero

El objetivo de los investigadores es continuar excavando el área de la que salió el pómulo y la mandíbula superior, de 1,3 o 1,4 millones de años, ha explicado la coordinadora del yacimiento Sima del Elefante, Rosa Huguet, a los medios en una visita a los yacimientos burgaleses.

La Sima del Elefante, el yacimiento "secundario" de la sierra de Atapuerca (Burgos), centra las miradas en la campaña de excavaciones de 2023 ante el posible descubrimiento de nuevos restos que completen el rostro del primer europeo, de nombre Pink, hallado el pasado verano. EFE/ Santi Otero

El deseo es poder encontrar nuevos huesos que completen el rostro del primer europeo, tanto de la cara como del cráneo o incluso del esqueleto.

«De momento no hay nada», ha afirmado Huguet, fundamentalmente porque no se han puesto a trabajar en el «paquete» que albergaba el hallazgo científico.

Desde que arrancasen las excavaciones, a mediados de junio, el trabajo en la Sima del Elefante se ha centrado en cerrar el nivel TE7, antes de seguir bajando y abordar el TE6, al que ya han llegado «por accidente».

En la zona en la que apareció ‘Pink’ se ha limpiado, pero se ha tratado de excavar aplicando la metodología arqueológica, es decir, trabajar todo el nivel y no solo el punto concreto en el que apareció el rostro.

Se pondrán a ello «en los próximos días» y Huguet no ha descartado poder encontrar más restos humanos, ya que ha admitido que «puede pasar de todo».

Sobre el papel, este tipo de hallazgos en la Sima del Elefante son «muy casuales», porque «todo lo que tienen aquí está en posición secundaria».

La coordinadora del yacimiento ha recordado que los elementos que han ido recuperando, sean fósiles animales o industria lítica, han llegado «arrastrados» desde el exterior, en un proceso de entrada por escorrentías.

La situación de Sima del Elefante no es la misma, por ejemplo, que Gran Dolina, donde en el nivel TD6 se esperan encontrar más restos humanos de Homo antecessor pues había un campamento.

Sabían que podían aparecer restos humanos porque los huesos de animales que se han ido recuperando presentaban marcas de cortes, lo que indica un procesamiento humano, pero no tienen más certezas.

Aún así, Rosa Huguet no pierde la esperanza de poder hallar, por ejemplo, dientes del maxilar recuperado el pasado verano u otro tipo de restos pues «la zona está todavía por excavar».

GALERÍA

Con el trabajo habitual, y sin centrar los focos, continúan los investigadores de Galería, el yacimiento de la Trinchera del Ferrocarril que se usó como lugar para obtención de animales.

Funcionó como trampa natural, en la que caían los animales que merodeaban por la sierra, ha recordado Isabel Cáceres, codirectora del yacimiento, así que lo que contiene son restos de animales.

También restos de industria lítica, las herramientas utilizadas para procesar la carne que luego iban a consumir en campamentos como el de Gran Dolina, y las evidencias de las tareas de puesta a punto de las mismas.

El interés de este yacimiento, que cuenta con cinco unidades estratigráficas de una antigüedad de 200.000 a 400.000 años, son las evidencias de las estrategias de subsistencias de los antiguos moradores de Atapuerca.