Los vecinos del municipio de la sierra madrileña de Moralzarzal han sido unos privilegiados a la hora de votar porque lo han hecho «por la puerta grande», la de su plaza de toros cubierta, un espacio amplio, abierto y diáfano, que ofrece una mejor ventilación que la de la casa de Cultura, donde votaban antes.
Los vecinos del municipio de la sierra madrileña de Moralzarzal han sido unos privilegiados a la hora de votar porque lo han hecho «por la puerta grande», la de su plaza de toros cubierta, un espacio amplio, abierto y diáfano, que ofrece una mejor ventilación que la de la casa de Cultura, donde votaban antes.
«De maravilla, fenomenal, estupendo. Todo está muy bien organizado. Hemos votado aquí mejor que en ningún sitio porque no hay tanta aglomeración y además han hecho una cola para los mayores», repetían Mari Carmen, María Jesús y Purificación, tres señoras que salían a media mañana de la plaza.
Ya traían el voto preparado, como la mayor parte de la gente que ha hecho cola a la rotonda desde primera hora, mientras otros muchos se tomaban un café en las terrazas de los bares y restaurantes de los bajos de la plaza.
«Parece un domingo o un sábado la verdad. Con este sol y la gente en la calle. Claro, he venido con las niñas, y menos mal que hace bueno porque ayer cayó una tromba aquí que si nos pilla hoy», decía María, una joven madre a la que le acababa de tomar la temperatura un chico de Protección Civil.
Todos tienen que pasar por el termómetro infrarrojo y todos reciben una mascarilla que deben sumar a la que ya llevan puesta para votar en las mesas, que están desplegadas en la zona anterior de los burladeros como si se trataran de las horas de un reloj.
La instalación de las diferentes mesas de votación esta perfectamente señalizada para que los tiempos de estancia dentro del recinto sea lo más breve posible.
Quince mesas separadas con cintas para delimitar espacios y agarradas con vallas que se cierran en el centro de la plaza, en la que charlan los apoderados de los partidos con temas varios: desde la jornada electoral, a la pandemia y pasando por los pisos y chalets que están construyendo en el municipio.
Mientras, Marisa comenta en la cola que «esta plaza nos vale para todo»: «pero lo de hoy está muy, muy bien, porque yo me veo aquí más segura». Su hija, que le acompaña, apostilla: «mejor que se utilice para estas cosas».
Andrea, una joven que vota por segunda vez en este pueblo que cuenta con unos 9.000 electores, también ve oportuno dar otra salida a la plaza de toros, «no solo para las corridas y los conciertos».
A Sofía, Carol y Celia, que esperan nerviosas a hacer un directo en televisión, también les parece muy buena idea lo de votar en la plaza porque «así no se hacen aglomeraciones y además es un espacio mucho más amplio que la casa de Cultura y hay corriente».
«A mi me hace ilusión», repite una de ellas que va a votar por primera vez, como Alejandro, que viene con el voto en la mano, con lo que no le hará falta pasar por el callejón, donde están las papeletas y las cabinas para los que quieran elegir a su partido a solas.
En toriles hoy están algunos niños que son fotografiados por sus padres para no olvidar este día, y desde la barrera, y mejor desde la Presidencia, se ve todo este escenario en el ‘día de la democracia’.
La decisión de trasladar el centro de votación a este ‘espacio multiusos de la plaza de toros cubierta’ la adoptó el Ayuntamiento para mejorar la seguridad, tanto de los miembros de las mesas electorales, funcionarios y el resto de personal como de los votantes, frente al COVID-19.
Y los vecinos están sorprendidos del interés que ha suscitado el que voten en la plaza de toros. «Sí hija, últimamente salimos en todo, que si nos cierran por los contagios, que si nos abren, que si nos quedamos sin poder salir con lo de la nieve de Filomena, y ahora esto. Bueno, mientras sea para bien».
Fuente: © EFE 2021